Hotel Barceló Raval
© Maria Dias
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Sitios para ver el atardecer en Barcelona

En Barcelona disponemos de varios sitios –más o menos urbanos– desde done ver cómo se pone el sol. Hemos seleccionado cinco. ¡Descubridlos!

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Atardecer, ‘capvespre’, ‘sunset’, ‘tramonto’… Llamadlo como queráis, pero todos sabemos que ese momento mágico en el que el sol se despide y nos regala un espectáculo de colores es uno de los mejores instantes del día. Claro, en el colegio nos enseñaron que el sol sale por el este y se pone por el oeste, pero nadie nos dijo dónde disfrutar de esos atardeceres de película en Barcelona, ya sea solos, en pareja o con amigos. Por eso hemos preparado una selección de los mejores rincones para que acabéis el día con una imagen preciosa grabada en la retina.

Hay lugares de acceso libre, perfectos para escapadas improvisadas, y otros en bares o restaurantes donde la condición es disfrutar de una buena copa mientras contempláis el espectáculo. Algunos son más exclusivos y otros más asequibles, pero todos merecen una visita, al menos una vez en la vida.

No olvidéis preparar bien la cámara de vuestros móviles para la ‘golden hour’, esa franja mágica en la que la luz natural se vuelve suave, cálida y dorada, y hace que todo el mundo salga de lujo en las fotos. ¡Pa-ta-ta!

NO TE LO PIERDAS: 22 terrazas de Barcelona con vistas espectaculares

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Los mejores atardeceres en Barcelona

  • Ubicación

Vistas: Si las vistas desde el hotel y restaurante japonés Nobu ya están entre las más espectaculares de la ciudad, imaginad las de su bar rooftop en la planta 26. Una panorámica alucinante de 360º justo al lado de la estación de Sants. ¿Es necesario ser huésped del hotel para disfrutarla? No. ¿Y para darse un chapuzón en la piscina? Sí. El paisaje urbano se convierte en protagonista absoluto mientras os dejáis llevar por la altura y el sofisticado ambiente.

Más: ¿Hambre? Para picar: tapas con toque nipón (como los pimientos de Padrón con miso), opciones frías (tartar de salmón con miel de tamari y alga hijiki), y bocadillos originales (como el bikini de queso payoyo con miso de yuzu). ¿Sed? Para beber, cócteles de autor, vinos, sakes y whiskies japoneses. Además, cada sábado de 19:00 a 23:00 tienen lugar las Vertigo Sessions: música en directo con Barcelona a vuestros pies. Un plan redondo.

  • Ubicación

Vistas: Una de las imágenes más emblemáticas de los Juegos Olímpicos de Barcelona es la de los saltadores de trampolín “volando” con la ciudad de fondo. Ese espíritu olímpico sigue muy vivo en Salts, el bar terraza de la Piscina Municipal de Montjuïc, con Barcelona literalmente a los pies.

Más: La propuesta gastronómica de Salts es perfecta para disfrutar en la terraza: picoteo clásico como bravas, nachos y hummus; bocadillos fríos y calientes, hamburguesas y pizzas. Para acompañar, cervezas, vinos o la refrescante sangría de vino ‘La Bañista’. La cocina está abierta de forma ininterrumpida. Además, algunos días el ambiente se anima con música en directo y espectáculos. Un plan olímpicamente redondo.

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  • Lugares de interés
  • Parques y jardines
  • Ubicación

Vistas: El mirador del Migdia de Montjuïc es un rinconcito la mar de bonito, en una zona de pinos y con mesas para hacer pícnics, y desde donde podréis ver cómo el sol se esconde tras la montaña, con el Baix Llobregat como testigo.

Más: Justo al lado está el bar-restaurante Caseta del Migdia –abierto de miércoles a domingo–, uno de esos sitios que ya no son tan secretos, y desde donde tendréis una vista diferente, pero no menos bonita. Desde aquí veréis la parte más 'metálica' del puerto de Barcelona, con todos los contenedores de colores colocados en fila con un orden marcial, los barcos de Balearia y el mar, infinito. Cada día hay sarao y carne a la brasa, pero los miércoles, además de ver el atardecer, también podréis comeros unas sardinas a ritmo de rumba.

Búnkers del Carmel

Vistas: Este lugar impresiona a cualquier hora del día. Desde aquí, Barcelona parece tan pequeña que dan ganas de abrazarla, y es todo un juego ir identificando calles, monumentos y barrios. Podéis elegir entre ver cómo el sol se esconde tras la montaña del Tibidabo —con la noria perfectamente recortada en el horizonte— o sentaros de cara al mar, con los pies colgando, y contemplar cómo el cielo se tiñe poco a poco de tonos rojizos sobre la ciudad. Eso sí, no esperéis estar solos: los búnkers del Carmel (Turó de la Rovira, 61) se han convertido en uno de los puntos más visitados de Barcelona. Para llegar, tomad el bus 24, que os deja a muy poca distancia.

Más: No hay bares ni chiringuitos en la zona, pero si os entra el hambre o la sed, relativamente cerca encontraréis El Rincón Sevillano, Las Delicias, Terra Mia o el Club de Petanca Carmel.

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  • Ubicación

Vistas: Si os decimos que tiene una terraza en el último piso con vistas panorámicas de 360 grados, ya entenderéis por qué lo hemos elegido. Que no os intimide la elegancia de este hotel de cuatro estrellas: subid sin miedo hasta el cielo. En la terraza del hotel Barceló Raval (Rambla del Raval, 17) han instalado prismáticos para que juguéis a localizar los rincones más emblemáticos de Barcelona. A un lado, el mar y las Torres Mapfre; un poco más allá, la colorida Torre Agbar; siguiendo el recorrido, la majestuosa Sagrada Família y, al fondo, la Torre de Calatrava. Todo enmarcado por un cielo que se pinta de azules, amarillos y naranjas al caer la tarde.

Más: Estáis en el rooftop bar de un hotel, así que aprovechad para pedir un buen còctel (sí, a precio de cuatro estrellas) y saboread el lujo de tener toda la ciudad a vuestros pies. 

  • Museos e instituciones
  • Arte y diseño
  • Ubicación

Vistas: Durante el día, vale mucho la pena visitar el MNAC (Palau Nacional, Parc de Montjuïc, s/n), que alberga la colección de arte catalán más importante del mundo, desde el románico hasta el siglo XX. Al atardecer, sentaos en las escaleras de la entrada y dejad que el paisaje hable por sí solo: las cuatro columnas de Puig i Cadafalch, las torres venecianas, la plaza España y, al fondo, el Tibidabo. Y como broche final, el espectáculo de agua, luz y color de las Fuentes de Montjuïc. También podéis disfrutar de estas vistas desde las dos terrazas-mirador abiertas en los tejados del Palau Nacional.

Más: Si vais con buen presupuesto, os podéis dar un homenaje en el restaurante del propio MNAC, el Absis, con propuesta gastronómica firmada por el chef Albert Raurich. Si preferís algo más asequible, poneos rumbo a La Font del Gat.

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  • precio 4 de 4
  • Crítica de Time Out

Vistas: Ha llegado el momento de dejar de envidiar a los turistas del Hotel W (Pl. de la Rosa dels Vents, 1). Poneos vuestro mejor conjunto, reservad a través de su web en el Noxe, el club que el hotel tiene en la planta 26, y contemplad el atardecer desde las alturas, junto al mar y con un cóctel en la mano.

Más: Si os entra el hambre, sabed que el Noxe también funciona como restaurante japonés. Ventanales panorámicos, vistas imponentes, sashimi, nigiri, makis, platos principales y sugerencias del chef para completar la experiencia.

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