Sercotel Rossellón
Foto: Sercotel Rossellón | Sercotel Rossellón
Foto: Sercotel Rossellón

22 terrazas de Barcelona con vistas espectaculares

Bares y restaurantes en las alturas, para disfrutar de una vistas increíbles de la ciudad desde los mejores 'roofop bars'

Ricard Martín
Colaborador: Mireia Font
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Desde las alturas todo sabe mejor: de una croqueta a una cucharada de caviar. Y si en algunas circunstancias nos sirven para alejarnos del bullicio de la ciudad, en otras pueden servir para mirar al cielo y flotar en una burbuja de confort y escapismo. Si ya habéis visitado algunos de los mejores restaurantes con vistas de Barcelona, es hora de dar un garbeo por algunas de las mejores azoteas de Barcelona, los famosos rooftop bars', y tomar algo con calma: saboreando cada trago, cada rumor de brisa, cada rayo de luz. Y si queréis mucha privacidad, os hace falta conocer las mejores terrazas secretas de Barcelona 

NO TE LO PIERDAS: Los mejores 50 restaurantes de Barcelona

Time Out Market Barcelona
  • Qué hacer
  • El Gòtic

Time Out Market es un concepto único que tiene como objetivo celebrar los sabores más auténticos y reunir la mejor comida y cocineros de una ciudad bajo un mismo techo. Presente en grandes ciudades del mundo como Nueva York, Montreal, Oporto y Ciudad del Cabo, entre otros, el de Barcelona se encuentra en el Port Vell, en la terraza-mirador del Maremagnum. El espacio, de 5.250 metros cuadrados, acoge una cuidada selección de 14 chefs, un restaurante de servicio completo y cuatro bares: dos de ellos al aire libre, con espectaculares vistas al mar y la ciudad, con edificios tan emblemáticos como la Torre del Reloj de la Barceloneta y la nueva lonja de pescadores. Cabe mencionar que uno de los bares corre a cargo de Paradiso, una de las mejores coctelerías del mundo, que ahora también tiene la mejor terraza de la ciudad.

Las mejores azoteas de Barcelona

  • Sants

Si las vistas desde el hotel y restaurante japonés Nobu son de las más espectaculares de la ciudad, imaginad las de su bar 'rooftop'. Una panorámica alucinante de 360º desde la planta vigésimo quinta, justo al lado de la estación de Sants. Esta es la terraza de hotel más alta de Barcelona: ¡te tomas la copa a 80 metros de altura! ¿Es necesario ser huésped del hotel para disfrutarla? No. ¿Y para darse un chapuzón en la piscina? Sí. El paisaje urbano va acompañado de una carta corta de sólidos y otra más larga de líquidos. Para picar; tapas con acento nipón (pimientos de Padrón con miso), opciones frías (tartar de salmón con miel de tamari y alga 'hijiki') y bocadillos (bikini de queso payoyo con miso de yuzu). Para beber, cócteles de autor, vinos, sakes y whiskies japoneses. La cosa no termina aquí. Todos los sábados de 19.00 a 23.00 se celebran las Vertigo Sesiones; música en directo y la ciudad a vuestros pies. Un plan sin fisuras.

  • Cocina creativa
  • Esquerra de l’Eixample
  • precio 3 de 4
  • Crítica de Time Out

Casa Luz, el restaurante que Tomàs Abellan abrió en 2021, ha alcanzado un grado de madurez envidiable. Lo que comenzó como un spin-off de su hermano mayor, el Bar Alegria, se ha convertido en una firme realidad de cocina de autor con espíritu mediterráneo y barcelonés, que basa su propuesta en una cocina sutil y sin efectismos, pero cargada de personalidad.

La guinda la pone la ubicación: es de los pocos restaurantes de Barcelona situados en una azotea que no forma parte de un hotel. Se podría decir que tiene un carácter algo secreto: a pie de calle, se accede a Casa Luz por un ascensor que te lleva a lo alto del número 1 de Ronda Universitat. Allí te espera un comedor con ventanales y lleno de luz que demuestra que la plaza Universitat vista desde el aire es incluso bonita, y el edificio de la antigua Universidad, directamente una maravilla. Sin duda, una vista que invita a momentos románticos, ya sea de noche o de día: a primera hora de la tarde, una luz dorada inunda toda la estancia y hace que, inevitablemente, la sobremesa se alargue.

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  • Bares de tapas
  • Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera
  • Crítica de Time Out

Can Bo hace referencia a Francesc Cambó, una de las figuras políticas clave del catalanismo del siglo XX. Este restaurante, ubicado en el hotel Grand Central, pero con entrada independiente, se encuentra en la Casa Cambó, un edificio novecentista que fue la residencia privada del padre de la Liga Regionalista. Entrad en el vestíbulo y os sentiréis como en Chicago; el político encargó el edificio a Adolf Florensa tras una visita a la capital de Illinois, fascinado por la nueva arquitectura emergente después del gran incendio de 1871, racionalista y con jardines en las azoteas.

El restaurante de Oliver Peña es excelente, entre las mejores tapas de Barcelona. Pero no os olvidéis de subir a la azotea: lo haréis en el primer ascensor que hubo en Barcelona, y desemboca en una terraza con un jardín de Rubió i Tudurí, el gran arquitecto modernista. En el octavo piso, permite una visión panorámica del casco antiguo de Barcelona impresionante, aliñada con el refrescante efecto de su piscina infinita. Y la carta –se puede pedir de 13 a 22 h sin interrupción– es una versión más intenacional y directa pero igual de fina que la de Can Bo. 

  • Hoteles
  • Sants - Montjuïc

La 173 Rooftop Terrace del InterContinental Barcelona no es solo una terraza: es un mirador de lujo sobre la ciudad, coronado por una infinity pool, camas balinesas y el atardecer más fotogénico de Montjuïc. Tres noches por semana, la música en vivo acompaña la caída del sol: los martes, rumba íntima de la mano del guitarrista Javier Ros; los jueves, jazz elegante, pop francés y arias de ópera interpretadas por Sabine van Waesberghe; y los sábados, soul, pop y dance con Nika Mills, que sube el ritmo a medida que vibra la terraza.

A partir del 21 de junio, el Montjuïc Pop-Up Summer Restaurant eleva aún más la propuesta con una carta estival que saca músculo: ceviches, marisco fresco y un imponente txuletón, entre velas y skyline. Un oasis efímero que marida gastronomía, brisa y sofisticación sin necesidad de salir de Barcelona.

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  • Lugares de interés

En la última planta del hotel Almanac se encuentra la Azimuth, una terraza de vistas privilegiadas. Sí, claro, patán, d¡rás ¿qué terraza de hotel no tiene unas vistas privilegiadas? La particularidad es que desde la de Azimuth te proporcionan unos prismáticos e información para que puedas apreciar la Sagrada Familia, las Casas Rocamora, el Edifico modernista de la Unión y el Fénix, el Templo Expiatorio del Sagrado corazón, en la cima del Tibidabo y la Catedral de Barcelona.

Azimuth es un término que se refiere las coordenadas de los objetos celestes. En consonancia, aquí encontraréis coctelería de autor inspirado en las constelaciones que se ven desde Barcelona, música afrohouse en vivo... ¡E incluso noches con clases de astrología y tirada de cartas de tarot! Pero todos sabemos que el único misterio es como te mantienes en pie después de siete cervezas, gañán. 

  • Hoteles
  • Ciutat Vella

El Hotel Kimpton Vividora, de la cadena británica IHG, es lo que llaman un hotel-boutique: un establecimiento de gran lujo discreto (esto es un cinco estrellas) que se encuentra resguardado entre la Plaza Vila de Madrid y la calle del Duc. Y su fachada amistosa y vintage no revela que dentro encontrarás un hotel con 156 habitaciones y tres espacios de restauración diferentes; el restaurante Fauna, el bar GOT Coffee & Cocktails y la Terraza de Vivi. Centrémonos en este último; situada en la séptima planta, tiene una perspectiva de 360º y una carta con dos páginas dedicadas al hambre (todo para picar; croquetas, bravas, bikini, hamburguesa) y ocho a la sed. Aquí, coctelería fina y de altura.

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  • Hoteles
  • Ciutat Vella

Un peso pesado 'rooftopero': su terraza no se llama 360º por nada. En la planta 11, a casi cuarenta metros de altura, la visión panorámica de la ciudad corta el aliento (o es para mear y no echar gota, así dicho en plata). Está abierta cada día de 12 a 24 h, y tiene un servicio de bar y coctelería de lo más solvente. Agarra un buen trago y date una vuelta completa, copazo en mano. Lo ideal es celebrar que es fin de semana en su espléndido –y de precio comedido– brunch, y subir a los cielos a celebrar ese asomo de cogorza sentado en la cima de la ciudad. 

8. Sercotel Rossellón

Ojo con el valor añadido de la terraza de Sercotel Rossellón (Rosselló, 390): tiene unas vistas a la Sagrada Familia que te desencajan la mandíbula: tú te estás tomando una caña en el 'rooftop', y tienes la sensación que con un leve movimiento podrías saltar a balancearte cuál Batman en esa icónica fachada que cada vez se parece más al Gotham de Tim Burton y menos a la visión de Gaudí. Ante ti se cierne uno de los monumentos más fotografiados del mundo, un hecho que convierte esta terraza en una de las más instagrameables de la ciudad. Más allá de la basílica, la terraza tiene unas vistas panorámicas en 360º a toda la ciudad.      

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  • Dreta de l'Eixample
  • precio 3 de 4
  • Crítica de Time Out

Oculta tras el Hotel Gallery y pegada al Palau Robert, la terraza del restaurante Sintonía es ese tipo de lugar que solo conocen los que se enteran de las cosas. Buena sombra, cero postureo y ahora, además, steak tartar en formato brioche cortesía del nuevo Steak & Wine Bar. Todo acompañado de una carta de vinos que se toma en serio sin ponerse pesada.

Los miércoles por la tarde suenan los Arrels de Gràcia Duo en directo, y del 6 al 15 de junio la terraza se anima con showcookings, talleres y más movidas dentro de la Semana de las Terrazas. Excusa perfecta para bajar a tomarte una copa (o tres).

  • Hoteles
  • Eixample

Martín Berasategui en la terraza de la sexta planta del Hotel Monumental; bar, zona chill-out, vegetación y vistas sensacionales. Ha hecho una carta desenfadada de platillos para compartir a cargo del chef Gabriele Milani (ensaladas, cebiches, tártaros, sandwiches...) y todo hecho con productos de primera calidad. También ofrece un menú de mediodía de 38 euros a escoger entre tres primeros, tres segundos y tres postres. La carta de bebidas es extensa y no falta nada. Incluso hay un cóctel creado por la 'troupe' de Paradiso, elegido el mejor cocktail bar del mundo por The World's 50 Best Bars, ex profeso; el The Spirit of Monument (limoncello Villa Massa, naranja amarga cítrica, zumo de jengibre, jarabe de agave y cava Clos Gelida).

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  • Hoteles
  • Eixample
  • precio 4 de 4

Una experiencia revitalizante en el décimo piso del Hotel Majestic: tienes a Barcelona a tus pies, con vistas que van desde el Tibidabo hasta Montjuïc, pasando por la Torre Glòries, Sagrada Familia y la Casa Batlló. Además, tiene el tamaño justo para evitar masificaciones y el clima que se crea es relajado y con un puntito romántico. La carta abarca todo lo que te esperas del terraceo de lujo –tártar, hamburguesas, ceviche, poke, pasta...– con la garantía de Nandu Jubany, quien firma unas tapas extraordinarias –el blinis con salmón ahumado y la Oreo de parmesano son espectaculares– y platos tan sugerentes y frescos como el pulpo con patata al azafrán y vinagreta pico de gallo. Las puestas de sol aquí son mágicas. 

  • Hoteles
  • Eixample

Terraza con alto caché histórico: inspirada en el jardín romántico del palacio-hotel que hizo construir Francesc Cambó, así como en los cuadros del pintor modernista Ramon Casas, el Rooftop Garden del Palace es un oasis de paz y buen gusto de 1.500 m2 con más de cincuenta especies de plantas, fuentes, pérgolas y una piscina con vistas panorámicas a la ciudad. Aquí hacen de todo: los jueves por la tarde, rumba. Los sábados y domingos brunch, con pinchazo de soul en vinilo (y clases de yoga los sábados por la mañana). 

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  • Hoteles
  • Hoteles boutique
  • Ciutat Vella
  • precio 3 de 4
  • Crítica de Time Out

Ya que hablamos de 'terraceo cool'... Recordemos que la terraza del Hotel Pulitzer fue de las primeras que se abrieron a los barceloneses, cuando los hoteles de lujo era una especie de bunker burgués. Y lo hicieron con un espíritu moderno y sin prejuicios, que le convirtió en el lugar de fiesta casi oficial de la modernidad de Barcelona. Desde entonces, uno de sus platos fuertes es la programación de música en directo y sesiones de DJ, de miércoles a domingo. Y hablando de platos, de la cocina abierta salen con yakitoris de pollo, 'tostones' con guacamole casero y pico de gallo o con la ya clásica hamburguesa Rooftop con fritas de boniato. La terraza abre al público de lunes a domingo de 17 h a 23 h. Con sesiones de DJ de jueves a sábado de 19h a 22 h y domingo de 18 h a 21 h.

  • Hoteles
  • Hoteles boutique
  • Ciutat Vella

Desde la azotea de este palacio construido en 1850 se divisa toda la línea de mar de Barcelona. Y vale la pena reservar para tomar una copa al atardecer o cenar: las luces de la ciudad y el puerto se van encendiendo y el mar se convierte en un espejo de chispas resplandecientes. Lo mejor de todo es que la carta de este acogedor cuatro estrellas es asequible hasta cierto punto: te calzas una botella de vino bueno por 20 euros y cócteles a partir de diez. Y han hecho una apuesta fuerte por la música en directo solvente: actuaciones los jueves viernes y sábados 20 ha 21.30 h. La terraza abre del domingo al miércoles de 12 a 24 h. y de jueves a sábado de 12 a 1 h.

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  • Pizza
  • El Poblenou
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

Ojo con la terraza superior del hotel The Hoxton. Ahora que te piden un pastizal para subir a visitar el supositorio sublime de Glòries, desde este 'rooftop' puedes tener una inmejorable panorámica del edificio de Nouvel y todo lo que se arrodilla a su alrededor (del 22@ a las montañas de Barcelona). Y la verdad es que te deja sin aliento. Hay terrazas más altas pero Tope tiene una panorámica de impacto. Que haya una taquería de muy buen nivel, con una vista 360 grados de la ciudad, con sofás, sillas y butacas, y puedas hacer un cóctel ya es la guinda del pastel. Reclínese cómodamente, y disfruta de tacos hechos a fuego lento.

  • Hoteles
  • Eixample

La azotea -o 'rooftop'- del hotel Vincci Gala goza de una ubicación estratégica a pocos metros de la Rambla, con una buenísima panorámica de la ciudad. Los viernes hay sarao: de 19.30 a 22.30 h hay sesión de DJ y el espacio al aire libre es el mar de placentero, con madera natural, vegetación y una 'infinity pool' preciosa (que sólo puedes utilizar si te alojas en el hotel, pero que contribuye a refrescar, por supuesto). ¿Qué tal de comer y beber? Pues muy bien. La carta tiene tapas y bocadillos al estilo de grandes arquetipos –Frankfurt estilo Pedralbes, bocata calamares al estilo La Campana de Madrid, tapas clásicas...– y una carta de coctelería de lo más refrescante, así como vinos a copas a precios más o menos pagables (4 euros la copa).

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  • Hoteles
  • Hoteles de lujo
  • Eixample
  • precio 4 de 4

La terraza del Mandarín Oriental puede presumir de tener una oferta comestible impecable y singular: toda la potencia de la dirección gastronómica de un hotel de gran lujo con estrella Michelin aplicada a una carta de tapas creativas. Veamos: patatas crujientes con alioli de ajo asado, croqueta cremosa de jarrete de ternera con ají amarillo, bombón de tortilla española (tortilla líquida con chistorra)... Vaya, ítems que se comen solos, preparados con técnica y precisión. Un perfecto equilibrio entre la alta cocina y el hecho informal, con unas vistas increíbles. Abierto al público todos los días de 18.00 a 1.00.

  • Hoteles
  • Ciutat Vella

The Barcelona Edition tiene una localización envidiable en el Born, justo al lado del icónico Mercado de Santa Caterina ya poca distancia a pie de algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad, como el Museo Picasso, el Palacio de la Música o la Catedral . Y no menos envidiable es la situación de su azotea: en la décima planta del hotel, The Roof ofrece una vista panorámica del mar de azoteas del Gótico, donde puedes sorber perezosamente un cóctel rodeado de buganvilla, con tapas mediterráneas de autor de alto nivel (así como a brunchear si vas los sábados, de 12 a 16 h, a un precio cerrado de 40 euros con tres platos). El interiorismo es una preciosidad: velas, plantas aromáticas, madera, tumbonas y una sensación de jardín elevado. Abren todos los días de 11 a 24 h.

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  • Hoteles
  • Eixample

En este edificio icónico de la arquitectura de los años setenta, ahora un hotel de gran calidad-precio gastronómico, hace unos años que los hoteles trabajan duro para atraer a cliente local. Y la terraza del Negresco es un buen ejemplo de ello: un bar con una perspectiva maravillosa del Eixample, que sin tener una altura mareante le ofrece una visión muy sugerente de las azoteas colindantes, y de interés arquitectónico: festival de molduras, cornisas , cúpulas... Aquí también encontraréis una oferta de comida casual completa y bien ejecutada, con tapas, ensaladas y hamburguesas. De domingo a jueves de 12 a 24 h. Viernes y sábado de 12 a 1 h.

  • Mediterránea
  • precio 2 de 4
  • Crítica de Time Out

En la Barceloneta, en la planta cuarta del Museo de Historia de Cataluña, encontramos una azotea que no necesita demasiada altura para ofrecer una de las mejores vistas de la ciudad, gracias a una situación estratégica. El restaurante lleva el nombre del año en el que, inspirándose en las construcciones portuarias inglesas, se proyectó el edificio del Museo, 1881. Las vistas son un sueño: todo el litoral de Barcelona, ​​del morro de Montjuïc en más allá del Besòs. La cocina también: arroces preparados al momento, mariscos y pescados de la lonja de la Barceloneta y carnes a la parrilla: en la vasca, es decir, cocina directa y de producto inmejorable.

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  • Hoteles boutique
  • Eixample

La terraza del hotel Royal Passeig de Gràcia es la más alta del Eixample, según proclama orgullosamente su web: subes y tienes cerca de la mano la Sagrada Família, el mediterráneo y la montaña de Montjuïc. La carta propone platos de street food internacional en ordenada convivencia con las tapas de toda la vida: baos de cochinita pibil junto a las croquetas de jamón ibérico. El horario de la azotea: de lunes a jueves de 17 ha 24 h (con servicio de cocina para cenar) y de viernes a domingo de 12 ha 24 h (con servicio de cocina ininterrumpido).

  • Hoteles
  • Ciutat Vella

La expresión mágica que todas las azoteas ansían pronunciar: 360º. La terraza del Hotel Yurbban Trafalgar tiene esta gran virtud, y desde ella divisas del Gótico al Tibidabo. Y es de libre acceso a los no huéspedes cada día de 16 a 23 h. Buena coctelería, 'chillouteo' guapo, 'terraceo' hotelero del bueno, del de toda la vida. 

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