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Foto: Shutterstock
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Playas geniales a menos de media hora de Barcelona

8 playas del área metropolitana de Barcelona a las que podéis llegar en bus o tren

Colaborador: Jana Serra
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No hay que irse muy lejos para refrescarse con un buen baño en una bonita cala. En la costa del territorio podéis encontrar rincones poco conocidos o de sueño catalogados como las mejores playas de Cataluña. Pero, ¿cuáles son las mejores calas cerca de Barcelona donde bañarse? Si no queréis alejaros mucho de la ciudad por falta de tiempo o ganas, podéis ir a alguna de estas playas maravillosas. Son escapadas a menos de media hora de Barcelona, donde podréis refrescaros y pasar un magnífico día de verano, o cualquier momento del año.

NO TE LO PIERDAS: Las mejores playas de la Costa Brava

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Situada al sur de Barcelona, la playa de Castelldefels es una de las más conocidas del litoral catalán, con cinco kilómetros de arena dorada de aguas mediterráneas, mayoritariamente tranquilas, con vistas al macizo del Garraf. La playa de Castelldefels es amplia, con arena fina y suave, y ofrece mucho espacio incluso en temporada alta. El agua es poco profunda cerca de la costa y eso la hace ideal para familias con niños.

¿Por qué tienes que ir a esta playa? Una característica destacada de la playa de Castelldefels es la vinculación que tiene con los deportes de viento como el kitesurf y el windsurf. Por la zona hay escuelas y espacios de alquiler de material para practicar estas actividades, y a menudo se celebran competiciones y eventos deportivos.

 

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La playa de Gavà Mar, situada entre Castelldefels y Viladecans, es uno de los tramos más tranquilos y naturales del litoral del Baix Llobregat. Con una extensa zona de dunas, un pinar único detrás, se considera un lugar agradable para quien busca relajarse lejos de las playas masificadas, a solo media hora de Barcelona. La playa es amplia y larga, con arena dorada y aguas limpias y generalmente tranquilas. Se considera tranquila también porque se encuentra a unos 4 kilómetros del núcleo urbano del municipio. Por el frondoso bosque de pinos que se extiende desde la autovía de Castelldefels hasta primera línea de mar, se conoce también como la playa de la Pineda.

¿Por qué tienes que ir a esta playa? En la misma playa se encuentra el restaurante Kauai Gavà Mar, un local ideal para comer tapas, una paella o carne a la brasa y acompañarlo de un cóctel de la casa. 

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La playa El Prat es una playa rodeada por varios espacios naturales protegidos, junto al aeropuerto del Prat y dentro del parque natural del Delta del Llobregat. En un entorno natural, la playa se encuentra a solo media hora de Barcelona. Esta zona de playa está dividida en la playa de La Roberta, la de Can Camins y la de El Remolar. Es una playa de arena fina con una longitud de 5,5 kilómetros que va desde la desembocadura del río Llobregat hasta el estanque del Remolar. Tres kilómetros de estos son de uso social y el resto está protegido por su valor medioambiental.

¿Por qué tienes que ir a esta playa? Lo más curioso de esta playa es su ubicación especial, justo al lado del aeropuerto. Esta ubicación única permite disfrutar del baño y tomar el sol mientras se ven los aviones despegar y aterrizar a pocos metros de distancia. Es una experiencia visual y sonora impactante, que, junto con el contraste, no se encuentra en ninguna otra playa de Cataluña.

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Situada en el núcleo urbano de Garraf, esta pequeña playa de 380 metros, arena fina mezclada con piedras y muy poca pendiente de entrada al mar, es uno de los tesoros de la comarca. La playa de las Casetes del Garraf está en un entorno pintoresco, que combina la tranquilidad de las playas del Mediterráneo con un antiguo barrio marinero construido casi sobre la arena de la playa.

¿Por qué tienes que ir a esta playa? Si algo define esta playa son las 33 casetas blancas y verdes situadas a pie de playa con el macizo del Garraf de fondo. Estas cabañas de madera, ahora remodeladas, son antiguas barracas que los pescadores utilizaban desde los años 20 para guardar sus utensilios y para resguardarse del sol.

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5. Playa del Puente del Petróleo (Badalona)

Tienen un paseo marítimo y una escultura dedicada al animal más aromático de la ciudad: el mono. Son los puntos culminantes de una reforma que ha recatado este trozo de playa impracticable no hace tantos años. Todo esto sin renunciar a su personalidad industrial: la playa queda enmarcada entre el Puente del Petróleo que le da nombre y la preciosa fábrica de Anís del Mondo, una de las mejores muestras del modernismo fabril catalán. Otro aliciente es que en los últimos tiempos el litoral de Badalona se ha convertido en polo gastronómico: Amura, La Donzella de la Costa y L'Estupendo son tres ejemplos sabrosísimos.

6. Playa de Sant Joan (Montgat)

Como una foto antigua en color, la playa del núcleo antiguo de Montgat ha fijado usos y costumbres en la mayor parte del litoral. Aquí todavía perviven los baños Emporium y los baños del Carme, que se llenan en verano de veraneantes catadores de paellas. La presencia de pescadores se evidencia por las barcas que restan en la arena y por la pequeña lonja abierta cerca de las vías del tren donde venden sus capturas a viva voz, como ya no se hace en ningún otro lugar de Cataluña.  

 

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7. Playas del Remolar y el Francés (Viladecans)

Increíble pero cierto. El área metropolitana atesora algunas de las playas menos frecuentadas de Cataluña. Las de Viladecans resultan un paraje de dunas, en buena parte protegido, donde se escampan bañistas ocasionales en busca de tranquilidad. Vale la pena dar un paseo para llegar al observatorio que hay entre las dunas y mirar el entorno. Atención: no hay servicios, todos se concentran en la vecina playa de la Murtra.

8. Playa de les Roques Blanques (Sant Pol)

Sant Pol de Mar es una de esas poblaciones que dan (mucha) envidia y en la que todo hombre y mujer de bien quisiera plantar un olivo y una casita. Pero si no somos de los privilegiados tampoco hay que preocuparse demasiado, ya que lo tenemos a un golpe de cercanías. La villa dispone de una serie de playas y calas que quizá recuerdan más a la Costa Brava que a otras poblaciones del Maresme. La que está en el extremo sur se llama de las Roques Blanques (ya os imagináis por qué) y es una playa no demasiado grande, de unos 500 metros. Si avanzáis hacia el sur por el caminito que pasa paralelo a las vías del tren, encontraréis pequeños rincones donde podéis tomar el sol sin la molestia del bañador.
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9. Playa de la Pineda (Castelldefels)

¿Adictos a la arena? En Castelldefels os esperan casi cinco kilómetros de arenal con todos los servicios que podáis imaginar y desear para sacarle el máximo partido a la playa con todas las comodidades del mundo. En la de la Pineda, en concreto, disponen de una zona multideportiva donde se puede jugar a las modalidades de playa de balonmano, voleibol y fútbol. Y, la gran novedad, un espacio para practicar el kitesurf, una reivindicación de los aficionados.

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