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La combinación de productos caseros, calidad en los fogones, filosofía eco y amor por la cultura tiene un nombre y una fecha: Time To Eat Fest, sábado 30 de noviembre. Time Out Barcelona, junto con la Conselleria d’Agricultura Ramaderia i Pesca, Estrella Damm y otras empresas colaboradoras, organizamos el gran acontecimiento gastronómico de la temporada, que se celebrará en el emblemático Museu Marítim de Barcelona de 11 h a 22 h. Esta iniciativa –inédita en nuestra ciudad– corona los productos y los chefs catalanes, promete haceros entrar por la puerta salivando y salir con el recuerdo de un delicioso encuentro gastronómico y cultural difícil de olvidar. Os dejamos siete razones para destacar en la agenda el Time to Eat Fest.
1. El producto catalán como protagonista
¿Os gusta saber qué coméis? A nosotros también, por eso los ingredientes de los platos que se degustarán en el Time To Eat tendrán nombre y apellidos y se habrán producido en casa. Mientras os zampáis una 'gyoza' podréis leer de donde proviene el calçot que la hace tan gustosa, sabréis de donde viene el pollo que le da aquel gustillo al canelón… ¡Trazabilidad total!
2. Chefs de altos vuelos
21 grandes cocineros de diecisiete establecimientos -desde alta cocina catalana hasta sushi ... ¡tenemos tres Michelin! - nos ofrecerán platos hechos con la mejor proximidad de los productos autóctonos. La alineación quita el hipo: Jordi Vilà, factótum de la alta cocina y estrella Michelin, cocinará su vertiente más masiva con una pizza de Pizzeria Mucho. Más masa: Alain Guiard y Marc Martín son veteranos de la alta cocina de hotel, y en su casa, La Mundana, nos preparan una flamenkuchen, pizza alemana, con rosbif de ternera de Girona. Y por popular, la oferta de Eugenio de Diego: con un pie en elBulli -fue jefe de cocina de 2005 a 2011- y el otro en el pollo asado de A Pluma, os cocinará un canelón como los de la abuela. También de elBulli viene Pablo Carrizo, convertido en referencia de la tapa creativa en el Hospitalet el frente del This & That & Co. A la hora de hablar de fusión, lo local es un camino poco explorado, que recorre Fran Heras, cocinero con un pie en Asturias y otro en Cataluña, maestro del fuego lento. Todos los chefs reunidos son unos locos del producto: Stefano Mazza cambió el trabajo de grafista en TV3 por la aventura asiaticomediterrània de The Last Monkey, ¡resumida en una gyoza de calçots a la carbonara! Y los gemelos venecianos Max y Stefano Colombo llegaron a Barcelona como arquitectos y han acabado como paradigma de cocinero que cuida del producto, por humilde que sea. Y es que un buen cocinero es un buen cocinero: Fran López -dos Michelin con producto del Delta del Ebro en el Xerta y al Villa Retiro- ofrece su vertiente de tierra firme con un delicioso platillo de cordero. Y, carnívoros, Víctor García del Plata Bistró vendrá con su potente receta de callos, herencia de su abuela en el bar Plata de Teruel.
Ahora, lo que evidencia el festival es la versatilidad del producto catalán a la hora de ponerlo en otros contextos. ¿Ejemplos? Raquel Blasco y Marc Santamaria crecieron haciendo cocina española en China, y hoy son los catalanes más chinos de Barcelona, en el fenomenal Casa Xica. Y Ivan Surinder, heredero del indio Tandoor, no tiene reparos a la hora de hacer un curry vegetariano con judía de gancho. El sincretismo 'street food' de Laila Bazham -hija de filipina y brasileño, cocinera del Hawker 45 y el gastrobar de vinos La Catalista- ¡junta la carrillera de ternera con el estofado filipino, el pan de pueblo y el picante mexicano! Y los amigos del Kitsuné, Chemi Dayas y Jan Fernández, le demostrarán por qué los japoneses están encantados de cocinar en casa: porque se puede hacer un sushi bestial con anguila y arroz del Delta. La parte dulce tiene un trío de traca: Takashi Ochiai -que ya hace tiempo que trascendió la etiqueta de pastelero japonés por ser uno de los grandes del dulce en Barcelona-, Massimo Pignata, que ha llevado al mapa heladero europeo Delacrem, una pequeña heladería artesana que fabrica sabores inauditos, y el psiconauta chocolatero Miquel Coulibaly, que al frente de la Cafetería Industrial conceptualiza y hornear pasteles que parecen imposibles.
3. El desayuno de los campeones
Un festival que celebra la alegría de los alimentos catalanes se tiene que comenzar como Dios manda: en este caso, Nandu Jubany. El chef del Petit Comité y Can Jubany (con estrella Michelin desde el 1998) preparará un señor almuerzo para los avispados que consigan alguna de las plazas limitadas que darán acceso a este festín a primera hora de la mañana. Alerta, ¡promete que será muy tradicional y que saldremos con la panza contenta! Si no os queréis quedar sin vuestra plaza, os recomendamos reservar vuestra entrada.
4. Universo gastro
Los amantes de la buena teca no solo podrán degustar platillos –trece salados y tres dulces– a precios económicos, sino que también podrán participar en varias actividades que explorarán la gastronomía desde varios ámbitos y puntos de vista. A lo largo del sábado 30 de noviembre, habrá catas y maridajes, así como talleres, charlas y otras actividades que nos ayudarán a aprender más sobre el mundo de la cocina y los alimentos que se producen en Cataluña.
5. Buen ambiente para la buena gente
Con la boca llena y un vaso en la mano, la vida puede ser maravillosa. Todavía más si hay música en directo y sesiones de DJ, juegos, actividades artísticas y otras muchas sorpresas que se irán sucediendo en una jornada de aúpa. Si tenéis niños, que tampoco se pierdan de ninguna de las maneras el Time To Eat Fest porque habrá muchas actividades pensadas para que se lo pasen tan bien ellos como vosotros. Una gran fiesta donde todo el mundo será más que bienvenido.
6. Nos pondremos verdes
El Time To Eat –que organizamos Time Out Barcelona con la Conselleria d’Agricultura Ramaderia i Pesca, Estrella Damm y otras empresas colaboradoras– será un festival respetuoso con el medio ambiente y comprometido con la sostenibilidad. La vajilla y los utensilios serán 100% compostables, hechos con material biodegradable. El objetivo es dejar el mínimo de huella ecológica.
7. Un museo con barcos... ¡y platillos!
Para acoger esta fiesta de la gastronomía hemos elegido uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad: el Museu Marítim de Barcelona. Ubicado en las antiguas Drassanes Reials –un precioso edificio que se empezó a construir en el siglo XIII–, el museo ofrecerá varios espacios para que el Time To Eat despliegue todos sus encantos. Estad alerta porque en los próximos días os iremos dando información sobre todo lo que ofrecerá el festival. Pero poco a poco, ¡no vaya a ser que os atiborréis!