Posiblemente la mejor taquería de Barcelona. Ubicado en el barrio del Raval, este restaurante pequeñito, no más grande que una habitación, ofrece una variedad de platos mexicanos como sopes (tortilla de maíz con albuias, queso y carne encima) y quesadillas (un taco de queso derretido) y quizás los mejores nachos que encontraréis en la ciudad.
Los tacos y las micheladas nunca fallan tampoco: generosos, sabrosos, cocinados a fuego lento. Una advertencia: se llena enseguida. Pero cuando finalmente os toque un sitio donde sentar, tanto la comida como el ambiente os transportará a una auténtica taquería de México con luz tenue y decoración de productos típicos mexicanos. Cuando terminéis la cena, bajad la comida con uno de sus muchos mezcales.