Restaurantes de cocina latinoamericana en Barcelona

Pablo Antico y Jorge Runnacles reconvirtieron el Sifó de bar de noche a un restaurante argentino muy bonito y con uno de los mejores menús de mediodía de la ciudad, donde se abraza "la argentinidad sin complejos". Maestros de la carne y de la creatividad popular, sirven milanesas, todos los cortes de carne imaginables, pizzas típicas porteñas, pasta y postres caseros.

Después del cierre del Tanta, Gastón Acurio ha abierto el Yakumanka, que se define como "un homenaje a las cebicherías populares, con pescado y cocineros salvajes", bromea. Yakumanka, de ética y estética marinera, propone un Perú popular: platos para picar –'anticuchos', croquetas, empanadas–, cebiches, 'sanguches' –bocadillos de estilo peruano– y arroces 'chaufa', de influencia china.

La recuperación de platos tradicionales mexicanos hechos con técnicas de vanguardia es el leitmotiv del chef Joan Begur. Entre los platos estrella del Oaxaca tenemos el pulpo 'tatemado' y el 'mole' con pollo del Prat. No dejéis de probar las tortillas y el guacamole preparado en la mesa. Además del restaurante, el Oaxaca puede presumir de una mezcalería con más de 200 marcas y de tener su propio huerto mexicano.

El Cuina Mametora es un restaurante japonés-peruano-mediterráneo de fusión donde Ayako, jefa y cocinera, hace lo que quiere. Esta actitud se traduce en platos como la bomba de panko, el onigiri de acelgas, el bocadillo nikkei de tonkatsu ibérico, los boquerones marinados con pesto de olivas negras y misa... El tiradito, el chicharrón con salsa criolla y los pisco sour son obra de Miguel, su socio peruano. ¡Ah, dejad hueco para los postres!

El éxito de afluencia de El Pachuco hizo que Jose Luis abriera La Pachuca, una propuesta "basada en rinconcitos de mi infancia: qué encuentras en un mercado, qué se come en un bautizo", dice. Por ejemplo, un taco de pollo con 'mole', unas brutales tostadas de atún marinado –cubiertas por un palmo de guacamole con mayonesa de chipotle y cebolla frita– o unas quesadillas de 'huitlacoche'. ¡Para beber, acercaos a las bebidas mexicanas con una agua de frutas o una michelada!

En el Eat Caribbean hacen recetas de Jamaica, la Guayana, Barbados y Granada, y es el único lugar de Barcelona donde os comeréis un 'jerk chicken' como Dios manda. Un pollo a la brasa marinado en una compleja mezcla de pimienta jamaicana, chile, clavo y canela, entre otras especies, que sorprende por su sabor delicioso, entre picante, dulce y ahumado. Lo sirven con frijoles y arroz, plátano frito y ensalada de col con piña.

La venezolana Adnaloy Osio regenta el restaurante Caña de Azúcar y no tiene ningún problema en saltar dentro de la cesta del Caribe: "¡Por supuesto que somos cocina caribeña! Hay un denominador común causado por la zona de influencia, los productos, el sabor y las frutas tropicales". Aquí el enfoque es más occidental y de autor que en un venezolano tradicional, hacen "cocina latina diferente", donde platos como los tequeños y las arepas tienen un plus de originalidad. Hay un menú cerrado bastante completo y asequible.

Fue el primer restaurante peruano de Barcelona, abierto en 1993, y tienen una extensa carta, solo con platos peruanos, donde encontramos entrantes –causa limeña, anticuchos, cebiche...–, sopas, arroces, salteados, platos tradicionales peruanos, con gran presencia de pescado y marisco (estofado, picante, crudo, encurtido) y postres caseros. También hacen un sencillo pero contundente brunch peruano.

El Trópico se llama así porque su carta contiene recetas de la franja tropical que va de Sumatra a Guatemala. "La yuca, el plátano, la lima, todo son productos presentes en esta franja. Queríamos que la gente encontrara cosas que ya hubiera probado y se acordara", dicen los dueños. Destaca el brunch tropical, donde sirven arepas, crepes típicas del Magreb, cuencos de frutas, huevos rancheros y bebidas que nos hablan de mundos lejanos.