Las tartas de queso de Jon Cake son famosas en las redes, pero también en los paladares de media Barcelona. Y no se han hecho tan populares y valoradas por una campaña de marketing sino por una receta magnífica. De su pequeño obrador salen unos 400 cheesecakes cada semana y los pedidos solo se pueden hacer, por ahora, para Whatsaap. Jon y su equipo preparan de manera artesanal cinco variedades de pasteles fijas: la clásica (auténtico sabor a queso), la azul ("la más cañera"), la de cabra, la de queso Idiazabal (ahumada y con un sabor fuerte) y la de chocolate. Cada dos semanas incorpora uno nuevo, por ejemplo uno de camembert, de quesos gallegos, de tiramisú, de té matcha, con cacahuete... Y todo en diferentes tamaños y precios.