Hablar de Gaig es hacer referencia a la cocina tradicional. Pocos como él respetan tanto las recetas clásicas y dedican especial atención al producto para obtener combinaciones que magnifiquen sus características. Con el paso de los años se ha convertido en una institución, en una casa sagrada de la cocina catalana en todo el territorio. Hay platos de su carta que no pueden desaparecer, como los canelones con crema de trufa. Los sublima a un nivel estratosférico: un asado con ternera de Girona, cerdo real de Aviñón y foie del Empordà, envuelto en pasta fresca casera y empapados en suave bechamel de trufa. El sabor es tan concreto como rotundo; y son tan deliciosos que merece la pena comerlos calientes pero sin gratinar. Estas Navidades salen a 6'20 euros la pieza, si es que opta por llevárselos a casa.