Qué hacer en Barcelona en diciembre

Arranca la quinta edición de la Sala Barcelona-Música al Castell de Montjuïc, que nació cuando no nos dejaban bailar y que se ha acabado consolidando como una cita habitual en el calendario musical veraniego de la ciudad, esta vez con seis conciertos repartidos entre el 1 de agosto y el 16 de septiembre. Inaugura el ciclo el 1 de agosto Clara Peya, que presenta su nuevo trabajo 'Corsé', y seguirán Joe Crepúsculo (9 de agosto), Ketekalles (23 de agosto) y VVV [Trippin'you] + Tetas Frías (30 de agosto).

Ya en septiembre, el día 5, llegará el turno de Mishima y cerrará la edición de este año, el día 13, la Soul Party con la Orchestral Soul Society, la fiesta que dirige Lalo López (Fundación Tony Manero) con la Barcelona Rock Strings y las voces de Alex Dee, Brigitte Emag, Paquito Sex Machine, Jonathan Herrero y Yasmina Azlor, además de y otras invitadas.

Los amantes de la música electrónica a la luz del día están de enhorabuena. Brunch Electronik celebra este año su festival en tres jornadas del 11 al 13 de agosto, dos en el Parc del Fòrum y una en los Jardins de Joan Brossa de Montjuïc. Y lo hace con un cartel de lujo: pesos pesados ​​de la electrónica como Jeff Mills, Marco Carola, Nina Kraviz, Carl Cox y Underworld, y grupos más pop como Hot Chip y Playback Maracas encabezan un cartel con 90 artistas pensado para bailar desde las 3 de la tarde hasta las 3 de la madrugada.

Los más valientes podrán disfrutar de 'after parties' en la sala Apolo y, el domingo, habrá una jornada más diurna en Montjuïc, que se desarrollará desde las 10 de la mañana a la una de la madrugada.

No puede haber revival soul porque el soul es una música más que atemporal, eterna. Lo que hay, de vez en cuando, es un interés renovado de la industria, pero todos los amantes del género saben que no hay ruptura, sino continuidad entre Aretha Franklin, Sharon Jones y Amy Winehouse; entre Otis Redding, Charles Bradley y Lee Fields, y entre Bill Withers y Curtis Harding.

El cantante de Michigan, con tres álbumes de estudio, el último de los cuales es 'If words were flowers' (2021), es uno de los grandes renovadores de un estilo que nos hace bailar y nos eleva a la vez, sin que renovar quiera decir romper, sino más bien seguir la línea de puntos que han marcado sus antecesores tal y como hace desde Reino Unido nuestro admirado Michael Kiwanuka. Un lujo que podamos volver a tener a Hardingen directo, este 25 de agosto, en Barcelona.

Juntos hicieron historia. Fusionando la capacidad para escribir canciones memorables con lo que se llamó electrónica inteligente, Ben Gibbard (Death Cab for Cutie) y Jimmy Tamborello (Dntel) redefinieron lo que debía ser el pop en el siglo XXI. La obra maestra se llamó 'Give up' (2003), el único álbum que hicieron juntos, y los veinte años de su aparición ya merecía una gira como Dios manda.

Pero es que además el 'Transatlanticism' de los de Gibbard también cumplía veinte años. Pues "venga, vamos", debieron de decir, y nosotros rezamos para que pasaran por Barcelona. El tour, que agotó las entradas en actuaciones consecutivas en el Madison Square Garden de Nueva York y en el Hollywood Bowl de Los Ángeles, llega finalmente a nuestra ciudad, este 27 de agosto en el Poble Espanyol. Será una gran celebración para todos los que vivieron el cambio de milenio con dos discos inolvidables grabados con un presupuesto de risa para la época (20.000 dólares).

Pese a haber parido algunas de las canciones más bonitas de finales de los 90 y principios de los 2000, los guardianes de la pureza del indie –permanentemente enfadados– nunca acabaron de aceptarlos. Una pena, porque estribillos tan luminosos (iba a decir 'soleados', pero también hablan de la lluvia) como los de 'Sing' y 'Why it always rain on me' no necesitaban ninguna coartada intelectual para hacerse un sitio en nuestros corazones. Desde entonces, los escoceses Travis no han dejado de crear discos de pop tranquilo y cristalino y, como ocurre a todos los que siguen su camino sin hacer caso a las modas, ahora suenan perfectamente atemporales (¿y, además, a quién le importan las modas de hace más de veinte años?).

Ahora, Fran Healy (voz y guitarra), Andy Dunlop (guitarra), Dougie Payne (bajo) y Neil Primrose (batería) regresan a Barcelona con nuevo disco, el décimo, 'L.A. Times' (2024) y les recibiremos con muchas ganas de cantar a pleno pulmón melodías tan puras como las de 'Side', 'Flowers in the window', 'Driftwood' y tantos pequeños himnos que el público con menos prejuicios abrazó con gran alegría cuando se publicaron. ¿Qué son algo sentimentales? Y qué, nosotros también.

El Poble Espanyol se convertirá por una noche en ese 'endless summer' en el que todos los surfistas sueñan. Con un cartel encabezado por Xavier Rudd, la plaza mayor del recinto se teñirá del folk tranquilo que evoca lánguidas puestas de sol, el tacto del océano en la piel y, en definitiva, conexión con la naturaleza y el aire libre.

También de Australia llega el dúo Hollow Coves, que acaba de publicar el álbum 'Nothing to lose' (2024) y, de mucho más cerca, el querido Ramon Mirabet, poseedor de una voz imponente capaz de atacar al folk, el pop, el soul y todo lo que le pongan delante (como la canción que acaba de publicar con Bely Basarte, 'Ahora y aquí').

Menos conocida, pero con una propuesta interesantísima, es la estadounidense Hayley Reardon, que graba sus canciones con Pau Figueres y Aniol Bestit, y que en 2023 publicó una canción preciosa, medio en inglés y medio en catalán, con Judit Neddermann: 'Changes'.

El Mas i Mas Festival nació para llenar de música en agosto en Barcelona, ​​un mes en el que casi nadie más se atrevía a programar conciertos. 20 años más tarde, crece para convertirse en una temporada de seis meses, en la que, del 4 de mayo al 27 de noviembre se podrán ver 24 actuaciones de artistas de aquí e internacionales en salas como las salas Jamboree 1 y 3, Paral·lel 62, la Sala Apolo y La Paloma.

Este año el Grec se inaugura con concierto. Se trata del espectáculo 'Circular', de Sílvia Pérez Cruz (26, 27 y 28/6) con invitados de la altura de Damien Rice, Carmen Linares, Salvador Sobral, Rita Payés, Nico Roig, Carmen Canela, Judit Neddermann, Juan Quintero, Carlos Denia y Celeste Alías. También en el Teatre Grec, habrá los conciertos de Pau Vallvé (8/7), Rita Payés (17/7), Antònia Font (18 y 19/7), El Pot Petit con la Black Music Big Band (20/7) y Barcelona Mestissa, con artistas como Alizzz, Macaco, Queralt Lahoz y Nakany Kanté, entre otros (22/7). Apúntate también los conciertos de Kae Tempest + Clara Aguilar en Paral·lel 62, y la Sant Andreu Reunion Band con Joan Chamorro y Elsa Armengou (Jamboree, 18 y 19/7).

Grec Festival. Del 26 de junio al 27 de julio.

¿De qué va? Las paredes del MACBA, siempre de un blanco inmaculado, casi quirúrgico, se han teñido de azul marino y naranja para la ocasión. La exposición dedicada a Mari Chordà, un icono del feminismo y del arte catalán, es una muestra de como los museos empiezan a valorar su obra, inseparable de la lucha feminista, y a darle el protagonismo siempre ha merecido.

¿Por qué hay que ir? Para pasear entre piezas que muestran vaginas, secreciones y cuerpos gestantes, que Chordá pintó en el período gris del franquismo tardío y la transición. Son una demostración de su carácter lúcido y su visión feminista, que la llevó también a participar en las Primeres Jornades Catalanes de la Dona, fundar una editorial feminista y abrir un bar con las amigas. Hemos querido plasmar su gran personalidad en esta entrevista. 

¿De qué va? La gran exposición del Año Tàpies llega a Barcelona tras ser presentada en el Bozar de Bruselas y en el Reina Sofía, en Madrid. Allí se agrupan más de cien obras procedentes de todo el mundo, algunas de las cuales se presentan en Barcelona por primera vez.

¿Por qué hay que ir? La muestra permite explorar en profundidad la figura de Tàpies haciendo un recorrido de 1943 a 2011 que no se centra en la vida del artista, sino en cómo el Tàpies iba situándose en el mundo, relacionándose con el arte y consigo mismo. Las obras permiten conocer las investigaciones plásticas que obsesionaron al artista durante toda su vida y que le llevaron a experimentar con todo tipo de soportes, técnicas y materiales: hay dibujos, collages, pinturas, objetos y esculturas de papel, cartón, madera, polvo de mármol, bronce o barniz.

¿De qué va? El CCCB homenajea a una de las figuras más importantes de la historia del cine. Agnès Varda, fotógrafa, artista, cineasta y pionera de la Nouvelle Vague es amada y reconocida en toda Francia como una figura maternal e inspiradora. ¿Pero la conocemos los catalanes?

¿Por qué hay que ir? Para recorrer la vida, la obra y las historias fascinantes de esta creadora libre, moderna y comprometida con su entorno político y social. Incluso antes que Truffaut o Godard, Varda abrió el camino del movimiento cinematográfico de la Nouvelle Vague, rompiendo normas y clichés en las más de cuarenta películas que filmó, entre largometrajes, cortometrajes, ficciones y documentales.

¿De qué va? 170 personas que se encuentran en prisión han participado en esta muestra del Santa Mónica. A lo largo de diez meses, el artista Antoni Hervàs ha visitado varios centros penitenciarios y ha ido tejiendo relaciones creativas y afectivas con los internos. El resultado es esta muestra que nos invita a reflexionar sobre la percepción del tiempo en prisión.

¿Por qué hay que ir? Para pasear entre piezas expuestas de una expresividad innegable que hablan sobre la situación de clausura, la vulnerabilidad acumulada y la sensación de un paso del tiempo al margen del curso de la sociedad normativa y que permiten conocer cómo se experimenta el pasado, el presente y el futuro en prisión de la mano de las personas que mejor pueden explicarlo. 

¿De qué va? Tuan Andrew Nguyen es el ganador de la octava edición del Premio Joan Miró, un reconocimiento que destaca a artistas que mantienen el legado de Joan Miró y sus ideales. Nacido en Saigón y criado como refugiado en Estados Unidos una vez terminada la guerra, este artista utiliza su experiencia personal y la historia de su país como hilo conductor de su obra. Así, de entrada, puede parecer sorprendente que un artista vietnamita haga arte que se asemeje al que Miró cultivó a lo largo de su trayectoria, pero sus móviles metálicos (grandes o pequeños, algunos dorados y otros plateados, inspirados en Alexander Calder) tienen una esencia mironiana innegable. 

¿Por qué hay que ir? Los móviles de Nguyen están hechos con fragmentos de bombas y proyectiles que se utilizaron durante la Guerra de Vietnam. Hablan de la violencia de este conflicto largo y mortífero, pero también tienen su lado sanador: son piezas sonoras, afinadas para emitir frecuencias con propiedades sanadoras, similares a las de un gong. Así, la obra de Nguyen nos invita a hacer un camino del trauma bélico a la sanación colectiva. 

¿De qué va? La Fundació Antoni Tàpies ha cambiado de nombre: ahora es el Museo Antoni Tàpies y su fachada se ha cubierto de teselas de plástico amarillo. Concretamente, 123 metros cuadrados de un gran tapiz que quiere ser un recordatorio de nuestro pasado colonial y esclavista, y que ha creado el artista de Ghana Serge Attukwei Clottey. 

¿Por qué hay que ir? Esta práctica de perforar, coser y fusionar materiales ha sido bautizada por el artista con el nombre de afrobidonismo, y sirve para señalar la historia geopolítica y el presente neocolonial de África. La transformación de la fachada forma parte de la exposición 'Más allá de la piel' que invita al espectador a reflexionar sobre el medio ambiente, la economía global y las desigualdades. 

¿De qué va? Partiendo de la idea de que el “paisaje” es un invento del arte, esta exposición reúne obras de paisajes de la Colección de Arte Contemporáneo Fundación ”la Caixa” y otras procedencias para abordar la naturaleza desde la cultura.

¿Por qué hay que ir? Para disfrutar de una selección de más de sesenta vídeos, pinturas, fotografías e instalaciones que plasman la forma en que artistas de nuestros días se aproximan a la naturaleza. A través de obras de artistas como Tacita Dean, Patricia Dauder, Miquel Barceló, Juan Fontcuberta, Bleda & Rosa, Cristina Lucas, Perejaume, Andreas Gursky o Rémy Zaugg, podemos recorrer las diferentes formas que ha habido, a lo largo de la historia, de encuadrar la mirada y representar el entorno, una pulsión humana que ha existido desde que hemos sido conscientes de la inmensidad del mundo.

¿De qué va? La galería Ana Mas Projects presenta la primera exposición en solitario del artista emergente Rita Sala Treig, a través de pinturas al óleo de gran formato, explora cómo los humanos nos relacionamos con el espacio y cómo los lugares que ocupamos dan sentido en nuestras vidas.

¿Por qué hay que ir? Para descubrir esta artista que genera imágenes que crean combinaciones impactantes de colores y figuras, donde el movimiento y el dibujo juegan un papel importante, que no dejan de ser creaciones de paisajes. Las imágenes salen también de familiarizarse con una zona rural específica, en Fulleda, Lleida. A través de caminatas, observaciones del paisaje y reflexiones sobre la relación entre el espacio y el tiempo, Sala construye ambientes cautivadores que invitan al visitante a la contemplación consciente. 

¿De qué va? Suzanne Valadon fue pintora, dibujante y grabadora en el Montmartre bohemio de inicios del siglo XX. Ahora, el MNAC ofrece un viaje por su trayectoria artística trepidante que se plasma entre líneas sinuosas, una huella cromática intensísima y unas pinturas llenas de objetos y figuras.

¿Por qué hay que ir? La muestra te acompaña poco a poco por la transición de musa a artista y te permite conocer su mirada singular a los temas de moda. Los retratos a las prostitutas de París o los nudos femeninos demuestran que retrató cuidadosamente un mundo que conocía de cerca y que no quería tratar ni con distancia ni con condescendencia. Además, hay un espacio dedicado a la relación de seis meses que Valadon tuvo con el compositor Erik Satie, después de que ella rompiera con Miquel Utrillo, y de la que han quedado un retrato que ella hizo de él y un dibujo que él hizo de la pintora, con un trazo infantil, sobre una partitura.

¿De qué va? Por primera vez, las cajitas, joyeros y cofres de Adolf Fargnoli se exponen en Barcelona. La exposición reúne la obra de este ebanista y orfebre de origen italiano, que formó parte del círculo de artistas y artesanos que se dieron a conocer en Girona en torno a la figura del arquitecto Rafael Masó.

¿Por qué hay que ir? Se dice de Fargnoli que fue un gran mito de la Gerona 'noucentista', que dedicó su vida a perfeccionar la técnica de la talla de madera. Sus arquetas de madera tallada con aplicaciones metálicas e interiores forrados de seda generaron la admiración de críticos, artistas e intelectuales y le llevaron a participar en cincuenta exposiciones nacionales e internacionales entre 1918 y 1933. Pilar Vélez, la comisaria de la muestra, se ha dedicado a sacar a la luz numerosas piezas desconocidas del artista y algunos de sus imitadores, hasta el punto de recopilar 90 (especialmente cajitas y cruces de madera tallada con aplicaciones cerámicas ) que ahora lucen en las salas del MNAC. La exposición descubre también la vida y la trayectoria del artista gracias al legado de su familia y otros testimonios, así como su otra faceta, la de grafista.

¿De qué va? Alfons Flores es uno de nuestros mejores escenógrafos. A lo largo de su trayectoria se ha dedicado a la construcción de lugares imaginarios en teatros y espacios escénicos. Desde sus inicios en la compañía de teatro independiente Grup d'Acció Teatral hasta los teatros de ópera más prestigiosos del mundo, Flores ha construido espacios imaginarios para cerca de doscientos proyectos teatrales y operísticos.

¿Por qué hay que ir? Porque el centro de arte Tecla Sala ha convertido sus escenografías en material expositivo con esta muestra que transforma los telones, objetos y maquinarias que coronaban los escenarios en materiales de museo, manteniendo la esencia del trabajo de este escenógrafo contemporáneo.

¿De qué va? La comisaria Mei Huang reflexiona sobre las fronteras en el mundo actual en una muestra que reúne ocho obras de arte contemporáneo. 

¿Por qué hay que ir? La exposición parte de la idea de a frontera (el límite físico que separa dos estados), esos espacios donde las culturas se mezclan, pero donde también puede haber enfrentamientos de etnias y naciones, para ofrecer experiencia visual que cuestiona cualquier forma de exclusión o estandarización. Incluye trabajos de los artistas Vanessa Beecroft, Pep Duran, Asier Mendizabal, Annette Messager, Paulo Nazareth, Francisco Torres, Isidoro Valcárcel Medina y Akram Zaatari que exploran el discurso de la «línea divisoria» desde varios ángulos, y que invitan al visitante a valorar la diversidad y la complejidad del mundo actual.

¿De qué va? Jordi Colomer es un artista barcelonés reconocido por su trabajo en el mundo de la escenografía, fotografía y videoinstalación. Sus obras nos invitan a pensar, a través del humor y el imaginario popular, conceptos como la periferia, el nomadismo, la comunidad, la provisionalidad, la ficción y la utopía. Ahora el MACBA le dedica una exposición con un ambiente "profundamente nómada".

¿Por qué hay que ir? El comisario Martí Peran ha desplegado 50 piezas (esculturas, collages, instalaciones, fotografías, vídeos y acciones en vivo que el artista ha ido creando desde los años 80) en un recorrido sin una entrada y salida definida, que ofrece distintas rutas. Según Colomer, "todo lo que no se puede decir de una manera literal o directa debes decirlo a través del humor, y entonces el humor puede ser más trágico que la tragedia", y las obras expuestas en el MACBA hablan desde este sitio, solapando geografías, relatos, objetos y personajes para crear cuadros teatrales donde "se supera la distinción entre el juego y la vida corriente".

¿De qué va? La Fundación Mapfre presenta una exposición que presenta la trayectoria de Louis Stettner, el aclamado fotógrafo que a través de sus representaciones promovió el cambio social y la celebración de la vida.

¿Por qué hay que ir? Sus fotografías evocan muchos temas a la vez: escenas del metro y el tráfico de Nueva York, el seguimiento de los obreros y trabajadores e incluso paisajes de las montañas francesas de Alpilles. La muestra está ordenada cronológicamente y se presentan más de 190 fotografías, algunas de las cuales nunca se publicaron.

¿De qué va? Una casa unifamiliar de propiedad, rodeada de césped, con piscina en el jardín trasero y un par de coches durmiendo en el garaje. Seguramente esta es la idea que os viene a la cabeza cuando sentís la expresión “sueño americano”.

¿Por qué hay que ir? El CCCB dedica una muestra a los retos de la ciudad tomando de excusa este modelo urbanístico suburbial, que tuvo como razón de ser la segregación social, étnica o de género, y analizando sus contradicciones.

¿De qué va? El Museu d'Arqueologia de Catalunya es uno de esos espacios que los barceloneses tenemos olvidados y en los que solamente pensamos cuando salimos a dar una vuelta por Montjuic. Pero el MAC lleva años trabajando para recuperar el esplendor del edificio de 1929, y ahora han renovado su exposición permanente, haciéndola brillar al máximo para convertirse en un museo de visita obligada.

¿Por qué hay que ir? La nueva muestra saca a la luz tesoros de época romana y tardo antigua que, hasta ahora, acumulaban polvo en las reservas del museo. Comisariada por Mario Cervera y Arturo de la Oliva, conservadores del MAC, la exposición reúne a más de doscientos objetos (algunos de los cuales constituyen verdaderos tesoros de la arqueología nacional y de la península Ibérica) en un espacio de 1.000 m² y se aproxima al Imperio Romano con la idea de que fue la primera sociedad globalizada de Occidente. 

Convertido casi en un meme por culpa de una carrera que parece diseñada por su peor enemigo, Nicolas Cage ha ido construyéndose una filmografía que no tiene ninguna explicación. Pero entre tantas desastrosas películas que han hecho olvidar el talento de quien un día ganó el Oscar por 'Leaving Las Vegas' (1995), ha estrenado dos buenas seguidas. De hecho, dos muy buenas. La primera, 'Dream scenario', llegó hace unos meses. Y ahora lo hace esa 'Longlegs', en la que da vida a un asesino en serie, controlando sus habituales excesos pese a un maquillaje extremo que en otro contexto invitaría a pasarse de vueltas. La película, inesperado éxito de público en Estados Unidos, bebe del cine de David Fincher y, sobre todo, de 'El silencio de los corderos', proponiendo una asfixiante trama basada en la singular relación entre el criminal y una agente del FBI (Maika Monroe) con intuición sobrenatural. Atmosférica y sorprendente, 'Longlegs' debería devolver el bueno de Nicolas al camino que nunca debería haber abandonado.

Dir.: Oz Perkins (EE.UU., 2024). 101 min. Estreno: 2 de agosto

El amplio abanico de thrillers del francés Luc Besson (de 'Nikita' a 'Lucy', pasando por aquel 'El profesional' que nos descubrió Natalie Portman) se renueva con el más emocional y conmovedor de sus violentos filmes, y este también lo es. 'Dogman' tiene como protagonista a un chico traumatizado por una vida marginal, que solo encuentra consuelo y una posible redención en su relación con los perros. Caleb Landry Jones (Mejor Actor en el Festival de Cannes con 'Nitram') es el inspiradísimo protagonista de una película insólita que mantiene las voluntades estéticas de un Besson que, en tanto que creador, marcó el género en los años 80 y 90 y supo exportar el cine francés de acción hasta Estados Unidos.

Dir.: Luc Besson (Francia, 2023). 115 min. Estreno: 2 de agosto

Los éxitos en Francia de las dos recientes adaptaciones de 'Los tres mosqueteros' ha llevado a la productora Pathé a confiar de nuevo en sus guionistas para volver a la literatura de Alexandre Dumas y llevar a la pantalla a otro de sus clásicos. También en labores de dirección, La Patellière y Delaporte entregan un épico relato de revanchas y duelos a espada que, pese a sus casi tres horas de duración, pasa como una exhalación. Adaptando el género de aventuras por un público contemporáneo, 'El conde de Montecristo' ofrece lujo y entretenimiento, y, para los fanáticos del cine francés, un desfile de estrellas del país vecino, con Pierre Niney ('Yves Saint-Laurent') y Anaïs Demoustier ('Los consejos de Alice') encabezando el reparto.

Dir.: Alexandre de La Patellière y Mathieu Delaporte (Francia, 2024). 178 min. Estreno: 9 de agosto

Historias de familias en situaciones extraordinarias. La carrera del cineasta M. Night Shyamalan ha navegado siempre en el thriller o terror, pero aplicando las constantes de estos géneros a las relaciones entre padres e hijos. Así ocurría en 'El sexto sentido', en 'El protegido', en 'Señales' o en la reciente 'Llaman a la puerta'. Y vuelve a pasar a esa 'La trampa', donde un hombre (Josh Hartnett) acompaña a su hija adolescente (Ariel Donoghue) al concierto de una superestrella pop (que interpreta a Salaka Shyamalan, hija del director). En medio de un enorme recinto deportivo reconvertido en escenario musical, y mientras un gentío de miedo disfruta de la música, un asesino en serie se esconde de la policía camuflado entre los espectadores.

Dir.: M. Night Shyamalan (EE.UU., 2024). 105 min. Estreno: 9 de agosto

La cantera de la ESCAC parece infinita, y aquí tenemos una nueva muestra. Tras ser una de las directoras del proyecto colectivo que fue 'La filla d'algú' (2019), la cornellanense Celia Giraldo presenta su ópera prima en solitario. 'Un lugar común' explica la crisis de identidad de una mujer madura que, tras perder su trabajo de forma inesperada, busca apoyarse en una familia que le hace muy poco caso. Rebelarse contra el injusto rol adquirido de madre servidora, de esas que lo dan absolutamente todo sin esperar nada a cambio, será la única forma de hacerse escuchar. Eva Llorach (Goya a Mejor Actriz Revelación por '¿Quién te cantará?') es la magnífica protagonista de esta historia que nos pone un espejo delante por entender que nunca agradecemos ni valoramos lo suficiente la entrega incondicional de nuestras madres.

Dir.: Celia Giraldo (España, 2023). 82 min. Estreno: 14 de agosto

Vuelven nuestros alienígenas favoritos, responsables de algunas de las peores pesadillas que nos ha provocado el cine. Situada cronológicamente entre 'Alien, el octavo pasajero' (1979), la primera, la original, la de Ridley Scott, y 'Aliens' (1986), la segunda, la de James Cameron, 'Alien: Romulus' propone nueva aventura que lleva a un grupo de jóvenes colonizadores hasta una estación espacial abandonada donde, obviamente, se encontrarán con una desagradable sorpresa. Buena decisión, la de los responsables de la saga, dando los mandos al uruguayo Fede Álvarez, especialista en dar vida y estilo a otras franquicias en filmes como 'Posesión infernal' (2013) o 'Millennium: Lo que no te mata te hace más fuerte' (2018). Terror del bueno que cuenta como protagonista, además, con Cailee Spaeny, la Priscilla de Sofía Coppola, y ambiciosa periodista en 'Civil War'.

Dir.: Fede Álvarez (EE.UU., 2024). 119 min. Estreno: 15 de agosto

Tras 'La casa del diablo' (2009) y 'Los huéspedes' (2011), el cineasta Ti West ha revolucionado el cine de terror con una trilogía que une los sustos y la sangre con un profundo amor por el cine. Y es que cada una de las tres películas que la componen se reflejan en épocas y formas cinematográficas diferentes. La primera, 'X' (2022), se situaba en los años 70 y homenajeaba a 'slashers' como 'La matanza de Texas' ofreciendo la sanguinaria pesadilla que sufre el equipo de rodaje de una película porno. Concebida como precuela, con la segunda, 'Pearl' (2022), viajábamos en los años 50 para conocer el pasado de un personaje clave del filme original, hibridando terror y drama estilo Douglas Sirk. Y ahora llega la clausura (al menos, así se había anunciado, aunque West ha abierto la puerta a continuar): 'MaXXXine' sigue la peripecia de la protagonista en el Hollywood de mediados de los 80. Empeñada en triunfar en la industria del cine, Maxine cruzará sus pasos con los de un asesino en serie. Un festival para los amados del género con nueva exhibición de Mia Goth, cabeza de cartel de los tres filmes.

Dir.: Ti West (EE.UU., 2024). 103 min. Estreno: 23 de agosto

Si no habéis visto 'Bottoms' (un disparate que le da la vuelta como a un calcetín a las clásicas comedias de instituto y que encontraréis en Prime Video con el título 'El club de las luchadoras'), hacedlo, y os veréis conquistados por una de las mejores comedias del año pasado, que unía a tres de los talentos que están revolucionando la escena cómica estadounidense: la cineasta Emma Seligman y las actrices Ayo Edebiri (conocida por la serie 'The Bear') y Rachel Sennott, pareja de hecho en el show de Comedy Central 'Ayo and Rachel are single'. Seligman también había contado con la segunda en otro filme imperdible, 'Shiva baby' (disponible en Filmin). Todo este contexto, al que debemos sumarle el trabajo humorístico a las redes sociales que había colocado en el mapa a Rachel Sennott, sirve para hacer valer el ascenso de esta nueva musa del indie. Ella es la protagonista, al fin, de este 'Antes era divertido', una dramedia donde amplía sus registros, añadiendo tonos dramáticos a su personaje, una comediante que redondea la nómina haciendo de canguro.

Dir.: Ally Pankiw (EE.UU., 2023). 105 min. Estreno: 23 de agosto

Cuenta Fernando Trueba que su nueva película comienza como una de Éric Rohmer para convertirse en una de Alfred Hitchcock. Es una buena forma de entender el viaje que propone el director de 'Belle Époque'. La trama, ubicada en el año 2001, nos presenta una joven que llega a una isla griega para trabajar en un restaurante. El propietario es un estadounidense de pasado misterioso con el que acabará desarrollando una insospechada química. Matt Dillon y Aida Folch (a quien Trueba descubrió cuando era una adolescente en 'El embrujo de Shanghai' y al que volvió a dirigir a 'El artista y la modelo') forman la pareja protagonista de este relato a ritmo de jazz que hibrida la 'joie de vivre' y el suspense más clásico, y que da ganas de ir a pasar el verano en alguna isla del Mediterráneo.

Dir.: Fernando Trueba (España, 2024). 128 min. Estreno: 23 de agosto

Jonás Trueba, el hijo de Fernando y sobrino de David, lleva una década dirigiendo películas, siempre en los márgenes de la industria, rodando a sus anchas, escribiendo en colaboración con sus actores habituales, funcionando casi como una compañía teatral. Tras 'Los ilusos', 'Los exiliados románticos' y 'La virgen de agosto', ahora vuelve a contar con Itsaso Arana y Vito Sanz para contar la historia de una pareja que, tras quince años de relación, decide dejarlo. Hasta ahí todo normal. No lo es tanto hacer una fiesta de celebración de la ruptura. En 'Volveréis' encontraréis las constantes del cine del pequeño de los Trueba, diálogos muy bien escritos, paseos por Madrid, personajes perfectamente definidos, guiños metacinematográficos, e influencias del cine de Éric Rohmer, y en este caso también de Woody Allen. Sumadle un homenaje precioso a su padre, Fernando, actor robaescenas, y tendréis un cóctel sabroso y lleno de encanto.

Dir.: Jonás Trueba (España, 2024). 114 min. Estreno: 30 de agosto

No hay ningún dramaturgo en el mundo con la sabiduría de Wajdi Mouawad, ninguno que haya sabido interpretar como él la tragedia, más heredero de Esquilo que de Shakespeare, ninguno que haya sabido zambullirse de forma tan profunda en la zona cero del drama contemporáneo, es decir, Oriente Próximo. Y 'Tots ocells' es la prueba más palpable. Estrenada en el 2017, hoy nos resuena más que nunca.

Todo empieza con un joven judío, Eitan (Guillem Balart), estudiante de genética, que choca con una chica de origen árabe, Wahida (Míriam Moukhles), antropóloga, en una biblioteca de Nueva York. Hace dos años que encuentra sobre las mesas de lectura un libro de Hasan Muhammad al-Wazzan, diplomático marroquí convertido a la fuerza al cristianismo, en el siglo XVI. Lo ha visto casi todos los días en distintas mesas, pero nunca quien lo leía. Hasta ese día, una tarde que cambiará la vida de ambos y la de todo el mundo que les rodea. Un día en el que acabarán en un local llamado The End, fatal premonición.

Paula (Raquel Ferri) está sentada en un sillón del comedor. Estamos en una casa en el bosque a primera hora de la mañana, lejos de la ciudad. Isaac (Ernest Villegas) se levanta. Le pregunta cómo es que no se ha acostado y ella le dice que no quería molestarle. Está nerviosa porque ha empezado sus ensayos para el rodaje de su primera película como directora. Pero tiene otros motivos para manifestar su inquietud: debe despedir a su pareja del proyecto, Isaac, que es actor.

Así comienza 'Les mans', quizá el drama aparentemente más sencillo que ha escrito Llàtzer García, después de piezas tan redondas como 'Al final, les visions', 'La pols' y 'Els nens desagraïts'. Aquí pone cara a cara a dos personajes que trabajan y viven juntos, en un trabajo (el cine) donde el ego puede destruirlo todo. Y fan como es del teatro anglosajón, a veces me parece que estamos viendo un Albee ('¿Quien teme a Virginia Woolf?') o un Pinter ('Traición'), o una mezcla de todos, con el sello propio de un autor que, mejor que nadie, sabe tensar situaciones hasta el límite y sacarle todo el jugo a la psicología profunda de los personajes.

"¿Cómo va la vida?". Pau (Nao Albet) acaba de descubrir su prima Júlia (Anna Alarcón) tumbada junto a un olivo de su campo. Viene de correr, sudando y no la esperaba. Ella hace unos años que no pisa el lugar, los mismos que lleva sin ver al primo. Ha ido por un ataque de lucidez, un sueño. Y quiere acabar con todo lo que no le deja dormir.

La pregunta de Pau a Júlia parece anodina, pero cuando han pasado cosas en tu familia que quieres olvidar, no lo es tanto. Porque detrás hay una historia y lo que podría ser un formalismo es realmente una mecha que, sin saberlo, puede provocar un incendio. Ambos primos tienen muchas cosas que decirse. Ella no estuvo, el día del funeral del padre de Pau, su tío. Él no se dio cuenta de lo que ocurría en aquella casa cuando almorzaban todos, tres generaciones, cada domingo. Ella es una mujer. Él, un hombre.

Todo el mundo conoce la historia de Rodríguez, ese músico estadounidense caído en desgracia que un documental, 'Searching for Sugar Man', sacó del anonimato. Pero quizá nadie sabe quién fue Camil Clot, un hombre que presuntamente se hizo un nombre en el underground barcelonés del cambio del siglo pasado y que el dramaturgo Marc de la Varga ha decidido recuperar a través de una obra documental en la que él mismo, transfigurado en el actor Pau Vinyals, tira de los hilos de su vida.

'Em dic Josep' es el resultado de la investigación y de su artificio. A Vinyals le acompañan Mont Plans y Daniel Higiénico, una actriz soberbia (no nos cansaremos de repetirlo) y un músico que conoció el ambiente del que nos habla el dramaturgo. Los tres consiguen que una obra que ya de por sí tiene mucho valor, suba muchos escalones en la escala artística.

El joven al que interpreta Alejandro Bordanove es un buen chico. Tiene 25 años, cada mañana va a casa del abuelo para ayudarle a levantarse y hacerle el desayuno, repara bicicletas en el taller de un amigo, escucha la letanía de la madre sobre la necesidad de labrarse un futuro y aguanta al hermano mayor. Es incluso demasiado buen chico.

Bordanove nos entrega el cuerpo. La letra es de Lluïsa Cunillé. Y la puesta en escena, de Xavier Albertí. Un trío extraordinario que hacen que este 'L'últim dia' derrame excelencia por todos los costados, con el añadido del andante sostenuto de la 'Sonata en si bemol' de Schubert, un fragmento musical que no está colocado porque sí, sino que añade contexto al mismo título de la pieza: fue la última composición del músico austríaco.

Cada década, como mínimo, debería tener su versión de 'Tirant lo blanc', al menos para ver dónde estábamos y dónde estamos. Porque es imposible salir del Romea tras la versión del clásico de Joanot Martorell que ha urdido Joan Arqué sin compararla con la que montó Calixto Bieito en el 2008. Son dos espectáculos radicalmente distintos. Uno, un escalón más para un director que avanza con paso firme. El otro, obra de un genio. Uno, con Judit Neddermann en el escenario y libreto de Màrius Serra. El otro, con música de Carlos Santos y letra de Marc Rosich. Dos universos divergentes centrados en la propia obra.

Para empezar, Bieito colocó una pasarela en la platea, contaba con catorce intérpretes sobre el escenario y todo tenía un aire operístico. Arqué hace la obra a la italiana, tiene ocho actores y actrices y el montaje tiene aroma folk. En ambos casos, se han tomado riesgos y se ha decantado la obra hacia un lado o hacia el otro. Bieito ponía más énfasis en el cariz sexual de la novela, mientras que Arqué duda entre sí decantarse por ahí o buscar más el choque de civilizaciones, entre cristianismo e Islam. El 'Tirant' de Bieito era una fiesta carnal, bélica. El de Arqué matiza muy bien que vivimos otro tiempo y que, tal vez, es necesario matizar a los clásicos.