9 bares para ligar y hacer nuevos amigos en Barcelona

Kahala Barcelona

En el primer bar hawaiano de Barcelona puedes beber un cóctel con azúcar suficiente para enganchar a cualquier adolescente. Además, los combinados tienen nombres pro-'teenagers', como Testamento, Hechizo Fatal y Perla del Vicio. Por la noche el local se llena de parejas de más de 25 años, que quizás quieren revivir aquella excitación pueril que nace con el primer amor al estilo 'Grease'. Sea como sea, cuando atraviesas el río de la entrada rodeado de helechos, y descubres los peces irisados que nadan iluminados, te apetece un cóctel untoso con caña gigante y, por qué no, un poco de humo.

Terrazza Aperol Spritz

Compro que los amantes del frío quieran que pase deprisa la época de buen tiempo, pero el 'bel far niente', un aperol sin prisas, con unas olivas y el solecito en la cara, es necesario todo el año. Y esto es la Terrazza Aperol Spritz, un local que te transporta a una terraza de la Toscana y que sabe que las mejores noches son aquellas que vienen de tardes alargadas. En este bar, cada día a partir de las 19 h puedes disfrutar –por 12 euros– de un completo aperitivo italiano para acompañar tu bebida: pizza, pasta, embutidos y verduras 'sott’aceito'.

El Tabernito

Si creyera en las ermitas de druidas y las leyendas de 'meigas', seguramente al entrar en El Tabernito pediría una poción mágica. Esta licorería de menos de dos metros de ancho con estanterías llenas de botellas, botecitos de licores infusionados y todo tipo de preparaciones caseras es la perdición para los ojos curiosos y el colofón de aquellos que sueñan en sumergirse dentro de la fantasía de los cuentos. Suena swing y rock, no hay carta y los habituales conocen el ritual: charlar con Matías y dejar que él cree las copas. Si existe el umami en el mundo de los alcoholes, él es el creador.

Sasha Bar 1968

El nombre del bar tiene una historia nacida en Solnechnogorsk, Rusia. Este es un diminutivo que se utiliza para denominar a las Alejandras, y así es como se llama la madre y musa del propietario del local. “Cualquier botella que se abra aquí, creará una historia para recordar”, declara una carta que cuelga de la pared. Tanto el mescal como el tequila predominan en los cócteles y recomiendo probar aquellos que tienen nombres mucho carpediemescos: 'No hay mañana' y 'Última palabra'. Un consejo: combínalos con sus tacos de mercado y sus nachos con salsa secreta.

La Iguana

Si cuando ves 'Saber y ganar', además de bromear con la inmortalidad de Jordi Hurtado, te quedas perplejo con los conocimientos sobrehumanos que tienen los participantes, no te puedes perder los 'trivials' de los jueves por la noche en La Iguana. La gran sala interior del local, sostenida por columnas, se llena de los friquis habituales y recién llegados que se aventuran a competir contra los equipos profesionales. Los últimos acostumbran a sorprenderse de su desinformación. Pero sentir-se un poco ridículo, con una birra fresca en la mano y un buen bocadillo, no hace daño.

Can Paixano

Cuando se trata de clásicos, quiero una barra con cuatro planchas, una carta con anchovas, banderillas, conservas y una copa de cava. La Xampanyeria (sobrenombre de Can Paixano) recoge todos estos ingredientes y le suma los ahumados colgados del techo y unos camareros con más de media vida de experiencia y pilas de barriles. Entre el grupo de extranjeros despertados de curiosidad por la oferta única de cava y la tradicionalidad del local, hay una pareja de abuelos de unos 70 años que disfrutan de sus olivas rellenas y una copita de rosado.

The Doping Club

Si te gustan los 'escape rooms', esto te alucinará. Detrás la Dirty Office –la pizzería gourmet que hay en la sala principal del local– se esconde un 'speakeasy'. Para acceder, antes tenías que enseñar una moneda antigua y con ella te abrías paso a la actual coctelería. Ahora no hace falta que la llevéis. Al entrar te sientes como Uma Thurman en Kill Bill: samurais, retratos de mafiosos, cerámica japonesa y estanterías llenas de vasitos de sake. Ahora están a punto de abrir El Confesionario, un espacio exclusivo para cinco personas, con interfono para comunicar vuestros deseos líquidos a los bàrmans.

Cerveseria El Tap

Entre la comisaría de les Corts y la plaza de la Concòrdia está El Tap. En una calle donde antes había poca vida, esta cervecería artesanal ha conseguido que los vecinos vuelvan a la calle: nunca se dice que 'no' a una buena birra. Con doce tipos de artesanas, y muchas que superan los siete grados, tienes la posibilidad de repetir local con unas cuantas citas. Hace poco que los propietarios han introducido una 'pils' y una 'red ale' de la casa, y son muy aconsejables. Además, en esta cervecería puedes devorar unas tapas ostentosas y al mediodía un menú de calle que cambia según la oferta del mercado.

Training Club Pedralbes

Por encima de la ronda de Dalt se esconde uno de los clubes 'swingers' más completos de la ciudad: piscina, sauna y (¡flipad!) una mazmorra. Condición: mente abierta, ganas de vivir una explosión de placer y estar dispuesto a pasearse con toalla y chanclas por varios ambientes. Ventaja: no hace falta que te preocupes mucho por qué conjunto vestir, con una toalla todos estamos igual de divinos. Si tienes ganas de lucir modelito, también hay zonas más tranquilas como la semidiscoteca, y la terraza, donde, con un poco de suerte, harás 'match' con la pareja que hayas fichado.