Tras el éxito abrumador de su primer horno en Gràcia (Milà i Fontanals, 9), el panadero François de Halleux decide abrir un segundo local en Sant Antoni. Aquí podréis encontrar los mismos productos que en su tienda graciense; sus clásicos rollos de canela, twists de cardamomo, café de especialidad y todos los panes. Estos, siempre de masa madre, trigos antiguos y fermentaciones largas. ¿Un ejemplo? El pan de semillas hecho con harinas de trigo semi integral molidas en la piedra, harina de trigo y centeno integral. Añaden 'porridge' de avena y semillas tostadas de girasol y lino. Utilizan agua filtrada y sal marina del parque del Delta de l'Ebre. Además, panettones navideños, roscones de Reyes, 'coques' de Sant Joan y todo lo que el calendario de festividades exija. El equipo es joven, internacional y con empuje.
No seas pesimista: a veces las cosas mejoran, como demuestran los croissants o las ensaimadas. Otro buen ejemplo es el pan: en las últimas décadas, la gente ha aprendido a comer pan, a distinguir entre el industrial y el artesano. Y gracias a la tecnología con espíritu artesano, este último se hornea más y mejor que nunca: es un producto gourmet de uso diario. Pasamos revista al pan-norama.
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