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Cocina mediterránea en Barcelona

Nos comemos el Mediterráneo bocado a bocado, país a país, y sin salir de la ciudad

Mireia Font
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No es necesario haber nacido en el Mediterráneo, como Joan Manuel Serrat, para disfrutar de sus extraordinarias gastronomías. Afortunadamente, tampoco hace falta salir de Barcelona para hacerlo. Ingredientes fresquísimos, aceite de oliva, verduras, frutas, cereales, legumbres, pescados, hierbas aromáticas, panes, vinos y quesos conforman la base de estas cocinas milenarias. Por sus infinitos beneficios nutricionales y su profunda dimensión social y cultural, la UNESCO reconoció la dieta mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2010. No seremos nosotros quienes le llevemos la contraria.

Sí, en esta lista encontraréis los platos más icónicos del Mare Nostrumarroces, pizzas, kebabs, cuscús, entre muchos otros—, pero también otros menos conocidos: elaboraciones de restaurantes de alto copete con estrellas Michelin, bares animados donde los bocados se acompañan de bullicio, y establecimientos de barrio que pasan desapercibidos para todos, excepto para el vecindario. Excelentes propuestas tanto para quienes van con los bolsillos vacíos como para quienes manejan tarjetas de crédito sin límite.

Para la gente del Mediterráneo, comer no es una necesidad rápida ni un trámite cotidiano. La comida no es combustible: es pura alegría. Así que, disfrutadla.

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Nuestros restaurantes mediterráneos favoritos de la ciudad

  • Mediterránea
  • El Gòtic
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En la segunda y única sede de Can Ros, ubicada en el flamante Time Out Market de Barcelona. El restaurante original, en la Barceloneta, lleva más de cien años en pie: nació como una taberna de pescadores, evolucionó a restaurante popular y hoy ofrece cocina mediterránea-catalana de alta calidad con un enfoque moderno. ¿Garantía de éxito? Sin duda.

¿Qué comemos? Entrantes clásicos como pan de coca con tomate y aceite de oliva, bomba o ensaladilla, y una gran variedad de arroces: negro, de montaña, de verduras, al horno, de temporada o paella. ¿Lo mejor? Todos se pueden pedir en raciones individuales. El pescado llega fresco cada día directamente desde la Barceloneta, es decir, de la acera de enfrente.

  • Turca
  • Esquerra de l’Eixample
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? Ali Ocakbaşı rompe con los tópicos de la gastronomía turca en Barcelona. Ni bullicio ni kebabs grasientos: este restaurante elegante de la calle Enric Granados es de esos con manteles blancos, luz cálida y un servicio atento. En pocas palabras, cocina anatolia refinada y un punto creativa. Al frente está Aktug Birinci, restaurador con locales en Estambul y Ámsterdam.

¿Qué comemos? La carta ofrece mezze clásicos, ensaladas frescas y carnes a la parrilla. Destacan platos como el çiğ köfte (hojas de lechuga rellenas de bulgur, tomate, ajo, cebolla, perejil, aceite de oliva y chiles), el zirh (cordero picado y especiado) y el pirzola (chuletas de cordero marinadas). De postre, künefe (pastel crujiente relleno de queso fundido, bañado en almíbar y pistachos). Para cerrar el ágape, café turco, claro.

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  • Italiana
  • El Poble-sec
  • precio 3 de 4
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En lo alto del Passeig de l’Exposició, junto a una escalinata, se encuentra Xemei, uno de los mejores restaurantes italianos de la ciudad y favorito entre celebridades. Abierto en 2005 por los gemelos —xemei en dialecto veneciano— Stefano y Max Colombo, nació con la voluntad de traer a Barcelona una cocina italiana auténtica, alejada de los típicos macarrones a la boloñesa y las pizzas quattro stagioni. Lo lograron con creces.

¿Qué comemos? Pescado cocinado al estilo del Véneto, como las sarde in saor (sardinas marinadas al estilo veneciano), el baccalà mantecato (una brandada sin lácteos), los bigoli in salsa veneziana (pasta con anchoas), sepias a la plancha con polenta, pulpo a la brasa… Y si queréis sentiros como venecianos de toda la vida, no os perdáis el hígado de ternera a la veneciana.

  • El Raval
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En la embajada culinaria de Mallorca, en el barrio del Raval. Xisca Ferragut y Dionís Ballester, los propietarios, son gente divertida e inquieta y, aparte de servir ‘platazos’, también organizan eventos de todo tipo en el local: talleres, presentaciones, bingo y lo que se tercie.

¿Qué comemos? Aquí os ofrecen lo mejor de la riqueza gastronómica de ‘sa roqueta’ a precios más que populares: tombet, coca de trempó, pilotes, caracoles con hierbas aromáticas, frit... Las ensaimadas son de Algaida y también traen un camallot (un embutido delicioso típico de las islas), una carn-i-xulla sensacional y bebidas mallorquinas como el licor de almendra, el palo y la cassalla Tres Cairos. Durante las festividades de Sant Antoni y Sant Honorat hacen espinagades (panades de espinacas) algo picantes, como en sa Pobla.

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  • Francesa
  • Dreta de l'Eixample
  • precio 4 de 4
  • 5 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En el restaurante del chef francés Romain Fornell, ubicado en el Hotel Ohla de Barcelona. Con una trayectoria brillante y una estrella Michelin, Fornell ofrece en Caelis una cocina creativa y arriesgada, que mantiene, no obstante, el alma de la tradición culinaria francesa. El servicio en sala es impecable, a la altura de la propuesta gastronómica.

¿Qué comemos? La carta apuesta por ingredientes franceses —quesos, patés y más— y mucha imaginación en los platos: royal de foie gras y anguila ahumada, acompañada con crema de tupinambo, gel Armagnac e hinojo marino; mejillones Bouchot en escabeche con coliflor y ficoide glacial; o raya à la meunière con risotto de apio y emulsión de champán, entre otros. Tres menús degustación (entre 125 € y 170 €) y, de miércoles a sábado, menú de mediodía (65 €). 

  • Española
  • Vila de Gràcia
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En un pedacito de las comarcas centrales del País Valencià, en pleno barrio de Gràcia. Con esta pista que acabamos de dar, no hará falta que os expliquemos de qué va este restaurante-taberna, abierto en 2019 por los gemelos Jordi y Roger Mascarell. Solo deciros que, como quien no quiere la cosa y sin hacer mucho ruido, han acabado enamorando a todo el barrio.

¿Qué comemos? Estos hermanos gandienses practican una pedagogía culinaria valenciana de primer nivel y a precios muy enrollados. Claro que hacen arroces y fideuà, pero también platos tradicionales, a menudo desconocidos para quienes somos de aquí, como el espencat (tiras de pimiento y berenjena escalivados), el capellanet (mairas) o el figatell (hamburguesa de tocino magro e hígado con alioli).

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  • Libanesa
  • Gràcia
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En una preciosa casa de comidas libanesa situada en un dúplex —con una deliciosa estética de bistrot francés— que respira el genuino espíritu de proximidad de Gràcia y funciona como bar local para los vecinos. Sus dueñas, las libanesas Cindy y Pamela, se enamoraron de Barcelona durante unas vacaciones y decidieron volver para abrir un restaurante de cocina casera de su país de origen.

¿Qué comemos? No tienen carta, sino una pizarra con siete u ocho platos del día, donde se puede disfrutar de recetas que van más allá del hummus y el falafel. Como, por ejemplo, los huevos con awarma, una carne de cordero conservada en grasa que también puede servirse con hummus. O una deliciosa adaptación libanesa de las bravas: fritas con ajo y acompañadas de un exquisito labne casero, una cremosa salsa de queso de yogur. Todo lo que llega a la mesa está hecho por ellas desde cero.

  • Catalana
  • El Poble-sec
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En un diminuto bar gaditano del Poble-sec que desborda alegría y buen humor. Abierto en 2014 y capitaneado por Natalia García, aquí puedes comerte la provincia de Cádiz entera si te apetece, con rock sonando de fondo y compartiendo barra con una clientela fiel y entusiasta.

¿Qué comemos? Tapas, tapas y más tapas. El cazón en adobo es uno de los clásicos de la casa. Bien crujiente por fuera, y tierno y gustoso por dentro, gracias a unas horas de maceración previa. Excelentes el atún anchoado, la mojama y las ortiguillas (cuando las tienen). En invierno ofrecen más platos de cuchara, como los garbanzos con pringá (carne de olla) y tagarninas (cardos), que resucitan a los muertos. Por favor, que nos expliquen cómo elaboran el sagrado —y más veraniego— salmorejo, ¡porque es una delicia! Vinos de Jerez para acompañar.

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  • Mediterránea
  • Gràcia
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? Si tenemos suerte, cómodamente sentados en una mesa del patio trasero (con horno de leña incluido) de Askadinya, uno de los pocos restaurantes palestinos de la ciudad. ¿Sois fans de los sabores árabes? Pues este es vuestro sitio.

¿Qué comemos? Recetas caseras con ingredientes fresquísimos, como el maqluba, un plato vegetal que lleva arroz, zanahoria, berenjena, coliflor, cebolla, champiñones, almendras y piñones, o el safiha, una especie de empanada abierta cubierta con carne picada, cebolla, tomate, piñones, granada y salsa tahina. Al mediodía hay un menú a precio muy razonable. Aunque cuentan con una buena selección de vinos, somos devotos de su limonada casera con menta.

  • Bares de tapas
  • Sants
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En el bar de Panos Koulentianos, en el barrio de Sants. El jefe combina el saber culinario adquirido tanto en casa como en restaurantes de renombre como Hytra (Atenas), Selene (Santorini) o DiverXO (Madrid), y el resultado es claro: el comedor y la terraza de Mula se llenan cada día.

¿Qué comemos? Se puede elegir entre seis platillos para compartir y una decena de principales que van desde carnes como las albóndigas con salsa muhammara, hasta pescados de temporada, pasta (orzo con estofado), muchas verduras (ensalada de berenjena ahumada) y especialidades como el cordero patatato, un plato festivo típico de la isla de Amorgos. Ningún plato supera los 14 euros. La carta de vinos también merece atención: todos de pequeños productores, en su mayoría griegos.

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  • Marroquí
  • El Raval
  • precio 1 de 4

¿Dónde estamos? A un paso de la Rambla del Raval, se encuentra este restaurante marroquí que sorprende por lo que esconde tras su modesta fachada; una tentadora vitrina repleta de platos árabes. La clientela es diversa; magrebíes que buscan sabores de casa, estudiantes universitarios famélicos y vecinos del barrio que saben que aquí se come bien, en abundancia y sin gastar de más.

¿Qué comemos? Por menos de quince euros podéis disfrutar de un plato generoso hasta decir basta. Además de las bandejas ya preparadas de la vitrina, el restaurante ofrece carne, pescado y marisco para cocinar al momento, según el gusto de cada uno. 

  • Gràcia
  • precio 1 de 4

¿Dónde estamos? En uno de los cinco locales de Urgarit en Barcelona (hay dos más en Gràcia, uno en Sants y otro en Poblenou). Por veteranía, son un referente de la cocina siria en la ciudad. Hani Sarkis, el dueño, abrió el primero en 1997 y desde entonces que no para.

¿Qué comemos? A elegir entre sopas (shorbet), ensaladas (tabbulelaban, baba gannug), platos combinados (con o sin carne), brasa y bocadillos. Los shawarmas, kebabs, kaftas y kebbe son excelentes. 

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  • Barcelona
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En el estratégico triángulo formado por el Lliure, el Mercat de les Flors y el Grec, en plena efervescencia festivalera de julio. Más concretamente, en el local de Marta Baldó —con un pie en el cine y otro en la restauración— y del cocinero argelino Souhail Basli. El ambiente farandulero es inevitable, y el buen rollo, garantizado (especialmente en la terraza).

¿Qué comemos? Quizá no sabíais que el cuscús es el plato nacional tanto de Marruecos como de Argelia. Pues bien, aquí es la especialidad de la casa, y se sirve de miércoles a domingo. Lo preparan con ternera, cordero, pollo, vegetariano y de calamar (este último por encargo). Además, en la carta encontraréis hummus, tabbouleh, sopa harira, tagine, embutido usbán y otras delicias árabes.

  • Mediterránea
  • Sant Gervasi - Galvany
  • precio 2 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

¿Dónde estamos? En uno de los locales de la chef israelí Ronit Stern, también al frente de Oz Bakery, La Balabusta y Auto Rossellón. Abierto en 2022, este espacio refleja su personalidad culinaria: autodidacta, perfeccionista y con una mirada amplia. Aquí no se cocina comida israelí en sentido estricto, sino una fusión delicada entre la tradición de Oriente Medio y la cocina mediterránea europea.

¿Qué comemos? Desayunos, comidas, meriendas y cenas con platos que sorprenden por su sabor y originalidad. Entre ellos, el halla tahini sjug (pan trenzado con tahini y un condimento picante de pimientos, cilantro, ajo y especias), las burekas al estilo Tel Aviv con huevo, o el shawarma de pollo con tahina y cebollas al sumac.

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