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Vista aèria de l'Eixample Esquerre
Foto: ShutterstockEixample Esquerre

Lo mejor del barrio Eixample Esquerre

Restaurantes, bares, tiendas y todo lo que tienes que saber para disfrutar de la Esquerra de l'Eixample ahora mismo

Escrito por
Borja Duñó
,
Ricard Martín
,
Eugènia Sendra
y
María José Gómez
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Es casi como un juego de muñecas rusas: una ciudad dentro de una ciudad dentro de otra ciudad. Porque l’Antiga y la Nova Esquerra de l’Eixample, es decir la ‘antigua’ y la ‘nueva izquierda’ del Eixample, son tan solo una parte de la inmensa y característica cuadrícula del Eixample barcelonés (un distrito que contiene seis barrios diferentes).

Ambos vecindarios comparten rasgos: tradicionalmente alejados de las guías de viajes y los circuitos más turísticos, albergan lo que podríamos llamar una vida auténticamente barcelonesa, con negocios de toda la vida que laten al ritmo del ajetreado día a día de los vecinos y las vecinas y unas activas comunidades conectadas por los tradicionales patios interiores del histórico plan urbanístico de Ildefons Cerdà.

Aun así, el barrio presenta características muy distintas dependiendo de la zona que uno decida explorar. En el extremo suroeste, podemos relajarnos en el césped del Parc de Joan Miró, con su monumental y colorida escultura ‘Dona i ocell’, de cara a la montaña de Montjuïc. Resiguiendo la Gran Vía, que limita con Sant Antoni y se deja contagiar de su vitalidad en forma de pequeños bares y cafés, nos encontramos con la Casa Golferichs, centro cívico en una preciosa casa modernista del 1900-1901, y, ya en la frontera con el Raval, el edificio histórico de la Universitat de Barcelona, una construcción neogótica con un jardín interior precioso.

No nos olvidamos de la concentración de negocios LGBTI+ friendly del barrio, que por eso se ha ganado el sobrenombre de Gayxample, ni de la zona de copas de Muntaner, ni del encanto burgués de la calle Enric Granados, con agradables terrazas y prácticamente sin tráfico.

En su frontera con la zona alta, marcada por la Diagonal y la plaza Francesc Macià en un extremo, l’Esquerra del Eixample adquiere un aire más señorial, pero conforme nos adentramos en el barrio encontramos rasgos de un vecindario más popular, como el Mercat del Ninot; el complejo histórico de la escuela de oficios l’Escola Industrial; los parques y jardines abiertos en interiores de manzana, como el espacio Germanetes; viveros creativos como la Fàbrica Lehmann, así como proyectos en expansión, como la antigua prisión Model.

No te lo pierdas: L'Eixample Esquerre es el mejor barrio del mundo

Los mejores restaurantes, bares, tiendas y lugares qué visitar en Eixample Esquerre

Comer
Foto: Iván Moreno

Comer

La variedad de locales del barrio es interesentasíma y adaptada a todos los gustos y economías. Los sibaritas con ganas de Michelin les costará decidirse entre Disfrutar, Angle, Gresca y Cinc Sentits.

En su propio firmamento gastronómico hay restaurantes que también rebosan personalidad, pero mucho más asequibles. Visitad, si todavía no lo habéis hecho Ósmosis, Sagardi (Muntaner, 70), Cruix, Haddock y Semproniana. Y si buscáis opciones más informales pero igualmente sabrosas, podéis optar por Bar Malasang, Casa Jaime (Consell de Cent, 222), Ugot y La Flauta (Aribau, 23). Si queréis probar auténica cocina catalana a precios de risa plantaos en el Gelida.

Cuando apetece comida asiática se puede escoger entre el clásico y resultón Out of China, el desparpajo indio de Masala73 y la exuberancia de Indonchine Ly Leap, ideal para impresionar a la pareja. Los amantes de la comida japonesa deberían buscar piso en la zona porque hay mucho y bueno donde escoger: Tempura-Ya, Akashi Gallery, Ekubo... No hay que olvidar uno de los mejores lugares de la ciudad para saborear los platos que se sirven en los hogares nipones: Una Mica de Japó.

En la cuadrícula izquierda también hay espacio para Yakumanka, la sucursal barcelonesa del celebérrimo chef peruano Gastón Acurio. Otra opción interesante para degustar especialidades de Sudamérica es Caña de Azúcar.

Mención aparte merece la calle Enric Granados, una de las vías más bonitas y con mejor gusto de la ciudad: en sus portales se suceden valores seguros como Alba Granados, Sense Pressa, Robata...

Beber
Foto: Iván Moreno

Beber

L'Eixample Esquerre es también la patria del vermut. En un chaflán soleado de la calle Diputació reina Morro Fi, uno de los responsables de propagar la fiebre del vermut en Barcelona durante los últimos años. Otra opción para darse un homenaje a la hora del aperitivo es Senyor Vermut.

El sur del barrio es territorio Beerxample. Los amantes de la ceveza artesana pueden amorrarse a tiradores muy celebrados como BrewDog Bar, Mikkeller Bar y Biercab. Los que prefieren los delicados brebajes de las cocteleras también están bien provistos de coctelerías de obligada visita, como Solange, Ideal Cocktail Bar, Tandem y The Alchemix.

El Eixample Esquerre es el epicentro barcelonés de los locales 'LGBTI+ friendly'. Algunos clásicos en forma (al menos hasta la llegada de la pandemia) son Punto BCN, La Chappelle, Plata Bar... Para las chicas y sus amigxs, Carita Bonita y para acabar la noche (cuando se pueda): el Cangrejo.

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Qué hacer
© Irene Fernandez

Qué hacer

La Esquerra de l'Eixample no es el barrio con la mayor oferta cultural de la ciudad, pero hay un poco de todo. Quien tenga ganas de apuntarse a un curso, puede pedir plaza en la Casa Golferichs, un edificio modernista diseñado por Joan Rubió i Bellver que ganó el premio al mejor edificio de Barcelona terminado en 1901. Vinculado a este centro cívico está el Espai Francesc Català Roca, que tiene como objetivo la divulgación de la fotografía y ofrece, entre otras actividades, talleres de diferentes niveles.

Los que disfrutan con las artes escénicas tienen La Villarroel, y los amantes del arte tienen un puñado de excelentes galerías, como 3 Punts, ADN, Il Mondo y Marlborough. 

Una de las perlas de la Eixample Esquerre es la Fábrica Lehmann, una antigua factoría donde a principios de siglo se cocían las muñecas de porcelana de Edén-Bébé. Ahora, en su patio presidido por una chimenea convergen diversos talleres de diseñadores, creativos y editoriale que periódicamente organizan mercadillos al aire libre.

Además de la Golferichs y el edificio de la Universidad –imperdible su espectacular paraninfo–, el barrio acoge otras joyas arquitectónicas, como la lujuria modernista de la Casa Sayrach (Diagonal, 423- 425), el kitsch de la Casa China (Muntaner, 54), y la ele del edificio Mediterráneo (Consell de Cent, 160 a 186), cuya portería está decorado con un mosaico de Subirachs.

Queda por saber qué será de uno de los edificios más emblemáticos y de dolorosa historia del barrio: la Model.

Tiendas
© Maria Dias

Tiendas

Ailanto y M69, dos referentes de la moda en Barcelona, se encuentran en la cuadrícula izquierda de l'Eixample, al igual que Teresa Helbig, disseñadora celebrada por sus exquisitas colecciones, también para novias, y The Avant –y su versión expandida de Primitiu. Para tiendas de toda la vida se puede recurrir a la Mercería Roser y Calzados Valencia.

A la hora de llenar la despensa, además del Mercat del Ninot, hay lugares de toda la vida como Mantequería Lasierra y nuevos clásicos como la pastelería japonesa Ochiai y la heladería Delacrem Este último año ha abierto otra pastelería con muy buen gusto: L'Atelier.

Los letraheridos se pueden proveer en La Impossible y en Al·lots, librería especializada en literatura infantil. También está el gigante Abacus y la delicada Pepa Paper, mientras que los fans de Lego tienen su valhalla en Galegory.

 

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