Fue en 1897 cuando Pere Romeu y los pintores Santiago Rusiñol, Ramon Casas y Miquel Utrillo abrieron los 4 Gats a imagen y semejanza del cabaret Le Chat Noir de París en los bajos de la Casa Martí, edificio modernista de Josep Puig i Cadafalch (1896). Rápidamente, se convirtió en un punto de reunión del talento cultural de esos tiempos y centro ideológico de la vanguardia artística.
Es un buen punto de partida para conocer Barcelona. Empieza bajando La Rambla, bella y bulliciosa, y piérdete por las callejuelas medievales y las plazas del casco antiguo. Para admirar la arquitectura de la ciudad, llega hasta la plaza de Sant Jaume y visita los dos edificios de gobierno, el palacio renacentista de la Generalitat y la fachada neoclásica del Ajuntament.